El Deportivo Lara entró en su tercera semana de preparación, rumbo a los compromisos que se le avecinan de cara al segundo semestre del año: el torneo Clausura y la Copa Venezuela. Lo hace con el objetivo de trascender en ambos frentes, empecinado en borrar la mala imagen que entregó durante el certamen anterior y, más importante, salvar la temporada, bien con un título o la clasificación a una contienda internacional.
Los ejercicios, como ha ocurrido en los quince días previos, son ejecutados por el rojinegro en la sede deportiva de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, antes de tomar maletas para trasladarse a la vecina Acarigua, donde continuará la segunda fase del proceso preparatorio, rumbo a las competiciones programadas para iniciar el mes próximo. El cuerpo técnico trabaja el aspecto físico, a juzgar por las declaraciones de los jugadores, y también hace hincapié en los ajustes necesarios para evitar una debacle como la del pasado Apertura, cuando el club pasó del cielo al infierno, después de estar de líder hasta la séptima fecha y de allí en adelante hilvanar una seguidilla de diez careos sin triunfos para quedar apartados de la liguilla final, esa que hoy observan por televisión.
“Debemos corregir los errores que hicimos en el torneo pasado, errores que fueron muy puntuales para el equipo”, indicó el atacante Jesús Hernández mediante una nota de prensa despachada por el club, con el balance del día que marcó el inicio de la tercera semana diagramada en el cronograma de trabajo.
“En lo personal pienso que que el equipo venía muy bien hasta la mitad del calendario, pero lastimosamente ya sabemos lo que pasó. Para este torneo debemos mantener la concentración desde el primer partido y no bajarla hasta el final”, adicionó el delantero, mejor jugador en el lapso anterior, después de marcar nueve dianas y tres asistencias.
Los desatinos de los que habla Hernández aparecieron en enormes cantidades y frecuencia en la línea defensiva durante ese trecho de pesadilla a través del cual el club bajó sin freno hasta caer a la casilla 13 del tablero de posiciones, un equipo que después de hilar cuatro desafíos sin goles se convirtió en un manojo de nervios e imprecisiones para ser presa fácil de los rivales, con varias goleadas a cuestas, situación que, incluso, provocó la salida de algunos defensores, quienes serán reemplazados por jugadores a ser anunciados en los próximos días, algunos de ellos del extranjero.
