Era agricultor, tenía tres hijos y lo habrían atacado por la espalda cuando regresaba a casa, según contó su progenitor a EL IMPULSO, con los ojos enrojecidos por el llanto, a las afueras de la morgue del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp).
Su nombre era Carlos Eduardo Mendoza Colina y vivió 23 años. Una herida cortante en su cuello provocó que se desangrara.
Según el parte oficial el crimen se registró en la avenida Florencio Jiménez, frente a la estación de servicio del sector Cruz Verde, en la entrada de Quíbor, municipio Jiménez del estado Lara.
El padre de la víctima fatal, Franklin Mendoza, afirmó que Carlos Eduardo salió antes del mediodía de casa para ingerir bebidas alcohólicas con unos amigos y celebrar el día festivo. Tenía la intención de asistir a un club privado, pero prefirió quedarse frente a una licorería porque la entrada al establecimiento exclusivo “estaba muy cara”.
En horas de la madrugada del lunes, a bordo de su motocicleta, llevó a una joven que lo acompañaba y se disponía a regresar a casa; pero nunca lo hizo.
“Un amigo lo vio en el piso y pensó que estaba tiroteado. Lo recogió y lo montó en la moto para llevarlo al hospital, pero ya había perdido mucha sangre (…) Yo me imagino que fueron cosas de pantaletas porque él no peleó, ni lo robaron, ni nada, no tenía rastros de haber peleado y aparecieron todas sus pertenencias. Puede que haya discutido con alguien; pero no nos explicamos qué hacía parado ahí”, declaró el señor Franklin.
Mendoza Colina sembraba maíz en Mocumbo –Quíbor-, era el segundo de tres hermanos y, tras su partida, quedan sin padre tres muchachos de cuatro, tres y un año de edad.
Cuatro muertes violentas el fin de semana
El municipio Iribarren albergó tres de los cuatro homicidios que se perpetraron durante el último fin de semana en la entidad.
Las víctimas de la violencia venezolana son un taxista de 75 años de edad, dos jóvenes de 16 y 20 años de edad, y un vigilante de 59 años de edad.
A Ramón Antonio Jiménez, residente de Brisas del Obelisco, le pidieron una carrera en las adyacencias del Hcuamp. Eran dos mujeres que terminaron propiciando un atraco, como a las 8:00 a.m. del sábado.
Lo hicieron conducir hasta Las Playitas, al norte de Barquisimeto, pero antes habían recogido a un antisocial más, quien le propinó un disparo en la región occipital al hoy occiso, tras un breve forcejeo.
Por su parte, a un adolescente de 16 años de edad le dispararon en la región temporal derecha y en el costado derecho, la madrugada del domingo, cuando salía de una fiesta en la Piedad Norte, municipio Palavecino.
José Pausides Rojas es el nombre de otra de las víctimas fatales. Este hombre fue encontrado sin vida en una parcela de la Zona Industrial III de Barquisimeto, con heridas por descarga de escopeta en el tórax. Las autoridades presumen que el homicidio se perpetró a las 8:00 p.m. del sábado.
Asimismo, luego de luchar por su vida durante horas, falleció Yimi Yordan Ocanto Ospina, quien fue herido en una fiesta de San Jacinto -sector La Playa- por sujetos desconocidos. Recibió un tiro, la madrugada del domingo, en la cresta ilíaca y falleció la mañana del lunes en el Hcuamp.
Arrollado por buseta
Una unidad de transporte público arrolló, este lunes por la tarde, a un adolescente de 17 años que se desplazaba en una moto por la carrera 17 con calle 26, cerca de la plaza Bolívar. El jovencito murió en el sitio.
Algunas versiones sobre el accidente apuntan a que la buseta, posiblemente, pasó con velocidad no prudente. Sin embargo, se espera por la conclusión de la investigación para determinar responsabilidades.
