La brutal represión ejercida por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, impidió que miles de manifestantes que se trasladaron por la autopista Francisco Fajardo, pudieran llegar a la sede del Consejo Nacional Electoral en el centro de la capital, con el fin de exigirle al ente comicial que detenga de inmediato la elección referida a la Asamblea Nacional Constituyente.
La jornada denominada la Toma de Caracas, inició alrededor de las 12 del día, cuando miles de manifestantes se concentraron en el punto ubicado en Parque Cristal, tomando la avenida Francisco de Miranda hasta la Plaza Altamira, lugar donde fueron conducidos por distintos dirigentes políticos hasta la autopista Francisco Fajardo.
Los manifestantes gritaban consignas de manera pacífica contra el gobierno de Nicolás Maduro y solicitaban al primer mandatario nacional que renuncie a la brevedad posible, para poder rescatar al país de la grave crisis que atraviesa.
“No queremos Constituyente, aquí lo único que queremos es que Nicolás Maduro se vaya de una vez por todas y se hagan elecciones para elegir a un nuevo gobierno. No es posible que este gobierno siga gastando millones de dólares para reprimir al pueblo, mientras los venezolanos están pasando trabajo y se mueren en los hospitales porque no hay medicina para atenderlos”, aseguró el señor Marcos Contreras en declaraciones a EL IMPULSO.
Los manifestantes alrededor de las 12:40 minutos de la tarde, abarrotaron los cuatro canales de la autopista Francisco Fajardo sentido centro, sin embargo, pudieron llegar hasta la urbanización El Rosal, lugar donde inició la represión por parte de las ballenas y los vehículos tácticos de la GNB.
Aunque varias personas trataron de acercarse al piquete para dialogar con los funcionarios militares, la orden fue dispersar la manifestación sin ningún tipo de negociación, lo que hizo que los ánimos se caldearan entre los marchantes.
Los jóvenes de la resistencia contrarrestaron los ataques de la GNB devolviendo las bombas lacrimógenas y lanzando piedras, sin embargo, se pudo observar que la nueva dotación de gases tóxicos importada por el Gobierno nacional ya se encuentra en el país, debido a que los funcionarios no escatimaron en el uso indiscriminado de estas sustancias irritantes.
Luego de varias horas de represión, los manifestantes decidieron dirigirse hasta la Plaza Altamira y realizar una concentración, para levantar su voz de protesta contra el gobierno de Nicolás Maduro y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.
Lara presente
El alcalde del municipio Iribarren del estado Lara, Alfredo Ramos, participó en la Toma de Caracas, resaltando que ya se cumplen 80 días de protesta pacífica contra Nicolás Maduro y sus intenciones de activar una Asamblea Nacional Constituyente.
“El llamado es al pueblo a seguir en las calles. Maduro está derrotado políticamente y la calle es el escenario para lograr reconquistar la libertad y la democracia”, destacó el burgomaestre desde Parque Cristal.
Informó que el 85 % de la población rechaza al Gobierno nacional y esto se traduce en que la legitimidad del Ejecutivo se perdió desde hace mucho tiempo.
“Continuamos en la lucha. A nosotros no nos amilanará amparos inconstitucionales por parte del Tribunal Supremo de Justicia. El pueblo barquisimetano es quien me eligió y son ellos quienes decidirán si continúo o no frente a la Alcaldía”, enfatizó Ramos, quien además aprovechó para alabar la actuación de los cientos de jóvenes en las manifestaciones a quienes además catalogó de “héroes de la libertad”.
Manifestó que las protestas son expresiones del rechazo a un régimen opresor que cada día sucumbe más al pueblo en la miseria, por ello recalcó que “no desmayaremos, los venezolanos deben seguir en la calle”.
La calle es el camino
Por su parte, el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, aseguró que el pueblo venezolano es el único facultado para no permitir que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) no sea aprobada, así como también que la calle es el camino para que el proceso fraudulento no se dé en Venezuela.
“La calle es el camino para que el proceso fraudulento no se dé en Venezuela, pero el único con poder para decidir si va o no, es el pueblo venezolano”, dijo Capriles desde uno de los puntos de concentración en Caracas.
“Con estas acciones de calle lo que pedimos es que se eche para atrás ese proceso fraudulento. Los venezolanos luchamos para que el pueblo pueda concurrir libremente a expresarse”, indicó.
Aseveró que “seguirán dándose pronunciamos internos en el chavismo contra la Constituyente de Maduro, aunque el gobierno intente ocultarlo, el paso dado la fiscal es la prueba”.
“Los venezolanos queremos rescatar la democracia y solución a nuestros problemas. El país cada día se hunde más y Venezuela es cada uno de los 30 millones de venezolanos”, reiteró.
Aclaró que en las próximas horas la Mesa de la Unidad Democrática dará a conocer la ruta para los próximos días “y así hasta conseguir la disolución del país, estimado para el 30 de julio”.
Héroes guaros
Como héroes fueron recibidos 10 de los 120 estudiantes que partieron desde Barquisimeto caminando hasta Caracas, para participar en la movilización convocada por la oposición este lunes y que tenía como destino la sede del Consejo Nacional Electoral.
Humberto Morales, dirigente estudiantil de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, informó que el grupo mayoritario de jóvenes no pudo pasar hasta la marcha, debido a que fueron retenidos en la carretera Panamericana cuando bajaban de San Antonio de Los Altos.
“Esta fue una travesía hermosa porque en todas las ciudades el recibimiento fue muy grande y esta lucha es por todos los venezolanos, por todos los caídos, esta lucha es por todos aquellos venezolanos que han sido reprimidos día a día por un régimen corrupto y bueno desde Lara recorrimos 380 kilómetros por la libertad de Venezuela. El llamado es para que nos sigan acompañando en la calle hasta lograr tener un mejor país”, indicó.
Informó que este martes el grupo de 120 estudiantes larenses, será recibido de manera formal en la ciudad de Caracas, en la Plaza del rectorado de la Universidad Central de Venezuela a las 2 de la tarde.
