Venezuela… compuesta por “desierto, selva, nieve y volcán”, tierra de mujeres bellas y un clima inigualable. Situada al Norte de Suramérica, es la puerta al Mar Caribe, deleitándonos con más de 1.500 kilómetros de costa con paisajes accesibles al turismo.
Arena fina acompañada de aguas francamente trasparentes y temperaturas ideales en cualquier momento del año, atardeceres impresionantes y horizontes espectaculares sólo forman parte de uno de los destinos más autóctonos del Caribe, gracias a sus radiantes orillas. Si existe un lugar estupendo para los apasionados de las olas, panoramas en donde se une el mar y el cielo en una sola línea y el sol radiante con su calor que seduce tanto a turistas como a paisanos, ese lugar es llamado Venezuela, un refugio de naturaleza ideal para los aventureros. Tenemos playas para todos los gustos con aguas cálidas, frías, de distintos colores, tranquilas, con olas, con corrientes, con viento y sin él; hay desde playas concurridas, donde siempre aparecen de la nada, los vendedores de ostras, el heladero que recorre toda la orilla y hasta la señora que hace masajes… como hay otras playas que, son netamente vírgenes; si te estás preguntando dónde vas a permanecer, lo más sincero que te digamos es que te lleves tu carpa.
Isla La Tortuga
Ubicada a unos 85 km del estado Miranda y luego de 4 horas de recorrido, toca llenarse de paciencia y permanecer tranquilo para controlar el malestar del vaivén del barco, pero ese viaje vale totalmente la pena cuando llegas a tierra firme y si hay algo que cautiva a los turistas, es su vista desértica ya que no existen palmeras, sólo colinas con un tipo de arena que parece goma espuma, a lo largo de su extensión contando con 156,60 km², llevándose el puesto a la segunda isla más grande de nuestra nación. Teniendo dos sitios más visitados: Punta Delgada y Cayo Herradura, son las principales paradas de los exploradores que zarpan desde la costa del Estado Miranda o Puerto La Cruz respectivamente; las tonalidades del agua son impresionantes en ambos sitios, donde abunda la brisa, pero el sol es un poco inclemente, es un lugar netamente para la relajación, disfrutar de la majestuosa vista que nos regala la naturaleza, los atardeceres y el tan impresionante color del mar, no tiene precio. Incluso, es un lugar magnífico para los tórtolos que están recién casados.
Actualmente, está adquiriendo algún protagonismo el turismo privado, por lo general abordo de veleros y lanchas deportivas, ya que carece de vías asfaltadas y el transporte en la isla se realiza por vía marítima, así como también por vía aérea, ya que cuenta con una pequeña pista rudimentaria de uso libre mantenida por los mismos usuarios, de resto no posee ningún otro tipo de estructura. Es el refugio perfecto para aquellos visitantes que huyen del alboroto playero de los cayos en Falcón; en este caso, como no hay posadas toca acampar en la arena o dentro de los yates. Esta Isla fue habitada hace cientos de años cuando fue descubierta, desde entonces no ha tenido una población permanente sólo la guardia costera y el maravilloso ecosistema que reside en sus rincones. Su ubicación y morfología se han mantenido intactos, al igual que se respeta las áreas donde están las barreras de los corales, lo que la convierte en una de las verdaderas últimas islas vírgenes del Caribe.
Los Roques
Miles de extranjeros, lo visitan atraído para su belleza sin comparación alguna, tratando de despejarse del trajín de la ciudad, buscando paz y tranquilidad con una vista que deja a cualquier humano con la boca abierta. Llamando la atención de cualquiera, al estar formado por una gran prolongación de mar, con aguas de un color irrealmente azul turquesa que te parecerá que el hombre lo hubiese retocado con magia.
Es uno de los lugares más fastuosos de la costa caribeña, se encuentra a menos de una hora de vuelo desde Caracas, siendo el paseo desde las nubes un espectáculo inolvidable, gracias a la variedad de azules que se pueden observar desde arriba; pero es un sitio con marcada personalidad ecológica, playas exóticas, lagunas naturales, arena muy blanca de tipo coralino, cayos solitarios, arrecifes de coral y aguas cristalinas de colores insólitos, sumado a eso el espectáculo de los pelícanos.
En el archipiélago existen 50 islas diferentes, la única que está poblada y cuenta con aeropuerto es la llamada El Gran Roque. A una hora de ella, en lancha está situada Cayo de Agua, considerada una de las playas más perfectas del Caribe gracias a su belleza y soledad. Ofrece una visual descomunal con una estrecha línea de arena separando los mares, formando una especie de puente en el mar; es conocido por tener estupendas playas solitarias parecidas a pozos de agua dulce, decorada con una resplandeciente arena y tener la oportunidad de practicar todo tipo de actividades, como el buceo, pesca y snorkelling, para apreciar las profundidades y observar fascinantes especies marinas.
Para este lugar hay que ir con la indumentaria necesaria, ya que no hay ningún tipo de establecimientos comerciales ni vendedores ambulantes. Además de admirar la perfección de Cayo de Agua, también encontramos otras playas como Laguna de Rabuskí para ver estrellas de mar o Boca de Cote para ver peces de colores. ¡Si viajas, no puedes olvidar ver el famoso atardecer en Los Roques!
Ensenada de Tuja en Aragua
Un lugar de ensueño, muy especial, como si fuese sacado de la película de Peter Pan, se introduce en la costa como una bahía con montañas, cocoteros que aún se mantienen firmes y árboles a los lados que forman un enorme túnel, combinado con arena blanca, que abre una vía al encuentro alucinante de intensas tonalidades verdes y fuertes azules en el mar.
Esta playa, no es tan visitada, ya que no presta ningún tipo de servicios turísticos, no hay vendedores, ni toldos, mucho menos electricidad y señal móvil, es adecuada para aventureros que llevan todo, estando dispuestos a acampar y disfrutar de hermosas cascadas con toboganes naturales, además de poder saltar desde 7 metros de altura hacia el mar.
La temperatura del mar no es para nada un problema, los visitantes pueden quedarse literalmente todo el día en el agua porque es cálida, siendo perfecta para huir de la realidad y dejarse llevar por la tranquilidad de la zona. Como Tuja está más lejos de la línea costera, las olas se aplacan, teniendo una especie de piscina privada sin tanto ajetreo, en el cual se puede practicar deportes como paddleboarding. El color es tan extraordinario que desde lejos se puede ver el fondo de la arena junto a los corales, además de que no es tan desértica por el viento que producen las palmeras. A simple vista es un espectáculo, sólo se tiene acceso por vía marítima, desde Choroní o Puerto Cruz. Los pesqueros se adentran en esta playa para capturar las mejores especies junto a los visitantes. Definitivamente, podemos vivir en primera persona una desconexión completa con el mundo, disfrutar de la vida en el mar sin ninguna preocupación.
A pesar de las diferencias culturales y trópicos, con este artículo te mostramos que hay playas en Venezuela que, no necesariamente tienen que ser muy comerciales para ser visitadas. Hay muchos tipos de islas, la costa caribeña que bordea nuestro país se entiende por tantos kilómetros que son territorios dignos de admirar, para desconectarse de la realidad por unas cuantas horas, compartir en familia y apreciar los espectáculos que nos brinda la madre tierra.
