¿Dirigentes o líderes?
Ante lo que sucede en Venezuela mis artículos no sólo son una confesión y una catarsis, sino un ideario adquirido y desarrollado en libertad, la que hoy está a punto de desaparecer.
Los gobernantes y los dirigentes actuales creen -en su mayoría- que el poder es para satisfacer sus “egos” y no se dan cuenta que los ciudadanos lo que les exigen es “servirles”, en la forma como lo señala el artículo 141 de la Constitución.
Todo lo que está sucediendo desde antes y de hace dos meses -en la realidad-se da porque no “escuchan” el clamor popular, y este clamor debe ser objeto de su pasión de servicio, su reto más importante.
Para mí la filosofía de vida de un dirigente y más de un líder se resume en que ante una roca -la del soberano-tales dirigentes y/o políticos tienen diversas opciones: arrojarlas, quejarse de los peñonazos que reciben, tropezar con ellas, escalarlas o construir, tras escuchar sus reclamos y darles soluciones.
Por lo que observamos en estos últimos meses, tales soluciones son una imagen simple, pero perfectas de lo que un dirigente
y/o líder puede hacer con la misma materia o energía con que se expresa un pueblo hambriento, sin medicinas, con aumentos brutales en alimentos, con represión y bombas lacrimógenas, no permitiendo vayan a los lugares a protestar, intimidando a urbanizaciones, juzgando en juicios militares a civiles protestando, pasando tanquetas encima de manifestantes y, el colmo de los colmos, diciendo que los muertos y asesinados lo hacen los que protestan. ¿Quién tiene las armas? ¿Por qué hay civiles armados por el gobierno? ¿Por qué se dicen que son socialistas (comunistas) y bolivarianos? ¿Por qué instan al Papa Francisco a que intervenga?
A los dirigentes de la oposición les recuerdo que en el siglo pasado y lo que llevamos de éste “ningún gobierno fascista, comunista y/o militarista ha entregado el poder por las buenas”.
A estas alturas del mes de junio, hay una fecha: “finales de julio” que será clave para que el pueblo venezolano se defina y exija renuncia, elecciones y supresión de la llamada asamblea sectorial constituyente, violatoria de la Constitución, burla a los venezolanos para imponernos una constitución marxista a lo cubano. Quitémosles el calificativo de bolivariano a la PN, GN, FAN y digamos a todos y cada uno de los ciudadanos venezolanos: ¿Usted quiere ser un aplastado más de lo que ya está por un régimen político que ha fracasado en todo el mundo excepto en Cuba y Corea del Norte?
Ciudadanos: exijamos nuestros derechos a ser libres y que la opinión de los ciudadanos se tome en cuenta por quienes deben ser sus “servidores” y no sus “tiranos”.
Impidamos a como dé lugar esa acción anticonstitucional propia de una dictadura.