La Iglesia católica sonó una campanada para recordar que hay vías de consuelo. Convocó la Jornada de Oración por Venezuela, que concluyó ayer con la procesión de la Divina Pastora desde el templo de la parroquia San Antonio María Claret hasta la Catedral de Barquisimeto. Quienes atendieron al llamado llenaron la avenida Venezuela en ambos sentidos, pese a que el permiso otorgado solo cedía un canal. Esa muchedumbre, al modo de ver del rector del santuario de Santa Rosa de Lima, Humberto Tirado, es señal de que hay sed de Dios.
“Indudablemente, la gente tiene necesidad de buscar respuestas en Dios. Esto es signo de que ya la gente sabe que la única solución a los grandes conflictos que vivimos está en Dios, porque a nivel político se han hecho tantas cosas buscándole salida pacífica a las grandes dificultades y no se ha visto muchas veces el resultado o resultados con sangre”, evaluó el sacerdote.
Hubo en el trayecto manifestaciones de la misericordia de Dios y la madre María anónimas para muchos, pero una particular atrajo a todo el que la observó. Los 14 de enero, mencionó Tirado, nunca llueve. Ayer, cuando el Santísimo Sacramento fue expuesto en la Catedral, cuando recién había llegado la Virgen, se nubló el cielo y cayó una llovizna tímida. Duró hasta que Cristo sacramentado fue introducido nuevamente al templo. El hecho significó para los feligreses y algunos sacerdotes una señal de bendición para el pueblo.
La atmósfera fue un reflejo exacto de la razón por la cual organizaron esta visita inusual de la patrona de los larenses, lo observó así el párroco de Santa Rosa: “Evaluábamos algunos al final que había un mejor ambiente que el propio 14 de enero, porque había más recogimiento y oración. El 14 de enero hay mucho folclore, la gente va porque toca, pero aquí iba orando y un grupo cantando. La gente elevaba sus rosarios, fue un ambiente rotundamente religioso”.
Tal entrega y asistencia masiva no era esperada, reconoció Tirado: “Fue más de lo que esperábamos. Las expectativas fueron superadas totalmente porque ni los organizadores ni el clero esperábamos esta participación a la convocatoria de la arquidiócesis de Barquisimeto”.
A la postre, el presbítero no especuló sobre cuáles serán los resultados visibles ante la sociedad de este evento religioso. “Los frutos los conocerá Dios”, dijo, pero admitió que la Iglesia como institución está satisfecha por la forma como se desarrolló la actividad y agradeció el respeto de los personajes políticos al evitar hacer propaganda con el acontecimiento.
Unidos por el mismo motivo
Hay lugareños de Santa Rosa que en ocasiones desaprueban las peregrinaciones de la Pastora de Almas. “A veces, nos ponemos como recelosos cuando se la llevan a otra parte”, admitió Mary Palacios. Sin embargo, esta 14 y 15 de junio era imperante sumar: “Esta vez se trataba de algo que teníamos que hacer por el país. Hoy (ayer), no tenía que haber egoísmo porque todos íbamos en oración para tener fortaleza, porque estas son cosas que tenemos que hacer, no solo salir a protestar. Por medio de la oración podemos obtener más”.
Compartir las mismas súplicas ante la mirada maternal de María conllevo a que quienes acompañaron a la Pastora durante las cuatro horas de procesión se sintieran parte de una misma emoción, como lo describió Miguel Díaz: “El ambiente mismo fue una alegría. Todos pedimos por la paz de Venezuela, que cesen la represiones hacia las manifestaciones que se han dado para salir de este régimen, porque no aguantamos la situación”.
La multitud, por primera vez en más de 70 días de protestas, se identificó con un mismo propósito sin elevar banderas de partidos políticos. “Se desbordaron las calles por fe y por una misma petición, pidiendo el cambio, la paz para nuestro país. Se demostró la unión”, resumió la jornada la devota María Guerrero.
Por estar radicada en el pueblo que cobija a la Divina Pastora, Maryelin Flores está acostumbrada a participar en las actividades en honor a la Excelsa Madre, incluida la puntual visita a la capital larense cada 14 de enero. Ver la imagen vestida de blanco recorrer las calles y avenidas nuevamente a mitad de año fue “una experiencia inolvidable” para ella. Cuando quiso explicar el sentimiento que afloró durante la peregrinación de ayer se le esfumaron los adjetivos precisos para describir el momento. Solo alcanzó a nombrarla “diferente”, lo dijo con el tono sublime de lo inefable.
Empapados de ese clamor común los feligreses terminaron complacidos y fortalecidos en fe después de unirse a la Jornada de Oración por Venezuela. Ver la fraternidad entre desconocidos caminando juntos hizo concluir con esa visión a la habitante de Santa Rosa Palacios. Igual bocanada de esperanza alentó al barquisimetano Díaz: “Uno ahora tiene que ser más optimista que nunca”, declaró.
Si bien el grueso de la feligresía estaba compuesto por larenses había también algún foráneo. Lilia Rangel y su familia viajaron desde el estado Zulia para cumplir una promesa. Rangel se encomendó a la patrona de los guaros antes de una operación en los ojos. La superó con éxito y vino desde el miércoles a agradecerle a la Virgen y expresar uno de sus anhelos: “Quisiera que en todos los estados con cada patrona se haga una cadena de oración y esos caminos de fe y esperanza que hoy (ayer) se han iniciado aquí para que de alguna forma nuestras plegarias y la mejor manera de gobernar llegue a todos los venezolanos”.
Bendición a los “escuderos”
Espontáneamente, muchos feligreses le hacían pasillo en algunos tramos de la procesión a los “escuderos”, como se hacen llamar algunos de los jóvenes que suelen estar al frente de las manifestaciones.
Además de ese gesto, la presencia de ellos fue aprobada por fieles como Mary Palacios: “Son personas que están sacando más la cara por nosotros (…). Hoy (ayer), precisamente, tenían que estar ellos para que esas oraciones cayeran sobre ellos también”.
Los representantes de la Iglesia, explicó el padre Tirado, se limitaron a darles la bendición sin un protagonismo especial para que no se confundiera con un acto relacionado con la política.
En casa
La Divina Pastora culminó su visita a Barquisimeto con la exposición del Santísimo en la Catedral. Sobre las 2.00 de la tarde, la condujeron en caravana dentro del pastora móvil hasta el templo de Santa Rosa. Allí, la recibieron con otra jornada de adoración al cuerpo de Cristo y, luego, se celebró una misa.