Estudiantes de la Universidad Fermín Toro declararon que su casa de estudio atraviesa una crisis que no se escapa de las manos de la dictadura que reina en el país. Los universitarios aseguran que tanto ellos como las autoridades han recibido amenazas por parte del Gobierno.
José Manuel Vargas, vicepresidente del movimiento estudiantil Somos recordó que la UFT mantuvo sus puertas cerradas durante 21 días.
Los jóvenes de la urbanización Club Hípico Las Trinitarias se encontraban en resistencia y mantenían una postura de calle sin retorno. A los estudiantes se les dificulta el acceso a la universidad por la falta de transporte público en la zona y muchos decidieron faltar a clases en resguardo de su integridad física.
Desde entonces los dirigentes de la UFT se pronunciaron y declararon un plan de contingencia, el cual consistía en la creación de unas aulas virtuales, y de esta manera se pudiese ayudar a los estudiantes a que no pierdan su derecho a clases, entendiendo que por ser una universidad privada los alumnos cancelan su derecho a la educación.
Vargas destacó que los universitarios aprovecharon esta estrategia para salir a las calles y protestar por el restablecimiento de la democracia.
Una vez que cesó la protesta fuerte en el lugar se restauraron las clases en la UFT.
Este lunes 12 de junio la universidad retomó con normalidad sus actividades tanto académicas como administrativas. Sin embargo, el día martes las autoridades fueron advertidas de que le quitarían la concesión y autonomía a la universidad por el plan de contingencia y suspensión de actividades programadas, tal y como lo informó Vargas.
El movimiento le hizo un llamado a la comunidad estudiantil a que defiendan su universidad y no permitan que suceda lo mismo que ocurrió en el año 2014 cuando fue quemada la institución. Para ellos, este plan de contingencia solo se suscita en caso de que si se les dificulta el acceso a la universidad, tengan como continuar con sus clases y programación. Agregaron que a pesar de que la casa de estudio pueda permanecer abierta, en muchas ocasiones son obstaculizadas las vías principales de algunos sectores, afectándolos evidentemente.
“Nosotros nos encontramos también de manos atadas. No hemos podido reprogramar nuestro calendario y estamos atrasados con casi todas las materias, pero a pesar de todo eso nosotros queremos seguir en las calles. La única salida a este gobierno para tener una mejor calidad de educación es que se restablezca el estado de derecho. La escuela de Derecho no va a aceptar la Constituyente. Los estudiantes vamos a estar del lado donde Venezuela nos necesite”.