Se evidencia una crisis interna muy grave en el centro de gravitación política del régimen. Un sálvese quien pueda es el grito de desesperación de la jerarquía roja puertas adentro de un barco a la deriva, seriamente averiado en el cuerpo de flotación y sin combustible, que además hace aguas con toda la tripulación y pasajeros adentro. Rostros desencajados salen en la televisión a capotear el deslave inexorable de la farsa revolucionaria. Se saben descubierto en sus más atroces fechorías. Están conscientes de la gravedad de sus delitos. Conocen las consecuencias judiciales ante los tribunales internacionales. Amanecen en vela contando las horas, los minutos y los segundos en interminables madrugadas traducidas en tormentos que proyectan las imágenes de todos los caídos. En su desesperación por evadir lo inevitable, exacerban la violencia y hacen de la amenaza su consigna de lucha política contra la “derecha fascista”, a quienes, ahora sí, con la nueva constituyente, van a pulverizar y a borrar de la faz de la tierra. El llamado a la muerte y a la destrucción de la república se hace rito en las retorcidas mentes de estos enfermos…
Es obvio que lo importante es ganar tiempo. El objetivo central de esta intentona constituyente es pasar el 2.017 sin procesos electorales.Su objetivo es distraer al país en una intensa discusión cargada de violencia y desproporción anímica. Las calles se han encendido con una determinación y rudeza sin precedentes en la vida nacional. Los cálculos cubanos han fallado a tal extremo que comienza un deslave progresivo que coloca contra la pared la estabilidad gubernamental. Rostros temerosos y discursos virulentos exhiben el terror que carcome los cimientos del gobierno. Montajes burdos para torcer verdades, son descubiertos por las redes para terminar de develar el rostro criminal del castrismo venezolano. En este lodazal de contradicciones y violencia, solo un pequeño resquicio de institucionalidad aflora con temeridad y determinación. La Fiscalía General de la República, luego de casi 18 años de indiferencia, asume el rol que toca en casos tan graves como el que estamos viviendo. Se coloca del lado del pueblo en defensa de los legítimos derechos consagrados en la Constitución Nacional que se pretende cambiar.
En lo personal, no tenemos interés alguno en defender lo indefendible. Pero entendemos el sentido de legitimidad y apego institucional que invoca la Fiscal General de la República Luisa Ortega Díaz, para detener esta locura lanzada como último recurso por parte de un régimen sin pueblo y sin valores éticos de ninguna naturaleza. Con el accionar de Luisa, se perciben movimientos internos que se distancian dentro de la FAN y en el corazón de la ortodoxia chavista que se siente amenazada conceptualmente en la génesis teórica de su proyecto político originario…
Mis comentarios:
-Literalmente, se pretende profanar el proyecto de democracia participativa y protagónica de Hugo Chávez…
-El mayor obstáculo que encuentran las mafias del régimen, es la ortodoxia chavista dentro y fuera de la FAN…
-Toca al pueblo adherirse en masas al petitorio institucional para bloquear esta constituyente sin pueblo…
-Es tiempo de puentes para negociar el proceso de reconciliación del país (Cronograma electoral, presos políticos, canal humanitario, aborto constituyente)
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra,pero con los humildes está la sabiduría…(Proverbios 11:2)