WannaCry –quieres llorar, por su traducción en español- es un virus cibernético que se difundió a través de un gusano por equipos informáticos tanto privados como públicos en 150 países.
El software maligno atacó sin piedad a 20.000 equipos informáticos, incluyendo el sistema de salud pública británico (NHS) la red de telecomunicaciones española Telefónica, e instituciones de Rusia, Estados Unidos, China, Italia, Vietnam y Taiwán, y muchas más.
El joven Marcus Hutchins, mejor conocido como MalwareTech, fue quien logró ponerle fin a este ataque virtual que se propagaba rápidamente por el mundo.
Hutchins, de 22 años, reside en Inglaterra y trabaja virtualmente para una empresa encargada de tecnología computacional llamada Kryptos Logic, ubicada en Los Ángeles, Estados Unidos.
El muchacho, contó que al enterarse de este problema el 12 de mayo, inmediatamente buscó detenerlo. «Había un par de informes de infecciones de ransomware -virus que retiene el acceso a archivos hasta el pago de un rescate- pero no le di demasiadas vueltas» declaró ante la cadena de noticias BBC Mundo.
Mientras se agregaban gobiernos, organizaciones y empresas en la búsqueda de acabar con este gran dolor de cabeza, el informático recibió aproximadamente 17 informes sobre el ransomware de diferentes sectores del NHS. Es ahí donde se percató de la magnitud del asunto.
Al tomar la decisión de rastrearlo, notaban que avanzaban con su investigación. «El plan era seguirle la pista y después buscar una manera de frenarlo. Pero resultó que rastrearlo significaba detenerlo» ratificó Hutchin.
El experto informático explicó «Analicé el código pensando que de ninguna manera podía ser cierto aquello. Y después de tres o cuatro pruebas llegué a la conclusión de que, definitivamente, nosotros lo habíamos frenado».
Hutchin, le pidió a un amigo una muestra de WannaCry. Luego, detalla que utilizó un software de virtualización «que básicamente fabrica una computadora dentro de tu computadora para que no me afectara a mí y observé cómo actuaba».
Posteriormente, el software se contaminó rápidamente. Mientras el malware pedía pagar un rescate al usuario afectado, iba planeando sus próximas estrategias de combate.
Justo en ese momento, el joven inglés se percató que el dominio de WannaCry no estaba registrado y lo hizo para seguirle el paso.
«Inmediatamente después de registrar el dominio vimos miles de solicitudes por segundo, tal vez unas 10.000 infecciones únicas en la primera hora (…) Fue como gritar ¡Bingo!'» exclamó Hutchins.
Como resultado de una inversión US$10, el joven no sólo logró rastrear al malware, sino que además, logró ponerle fin al WannaCry. «Parece una tontería que simplemente registrar un dominio pudiera detener un ciberataque global, pero eso fue lo que ocurrió» concluyó Hutchins.
Además de un grupo organizado, el hacker Cal Leeming -quien llegó a ser el cibercriminal más joven de Reino Unido cuando fue arrestado a los 12 años y ahora dirige una firma de ciberseguridad- intentaba contrarestar los daños causados por el WannaCry pero les fue imposible.
Marcus Hutchins, obtuvo sus conocimientos de la informática por sí solo, puesto que no estudia en la universidad.