Hay profesos cristianos que por descuido o conscientemente, eluden meditar en el llamado que Dios les hace a través de su Palabra. Esto se debe, a que en el fondo no desean un compromiso serio con él, por cuanto los aparta de algún beneficio material o personal. Predomina en ellos el llamado del yo más que el llamado divino. Pero esto no es nuevo. Sucedió en el pasado con el pueblo de Israel y está sucediendo ahora con el pueblo cristiano. Llamado también el “Israel espiritual contemporáneo”
El apóstol Pedro, es claro cuando dice en su carta a los cristianos. “Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios , a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”1P2:9. Hay otra versión bíblica que es más directa que dice “para que mostréis las virtudes de Aquel”
Entonces, la 1ª pregunta que debemos hacernos todos quienes nos decimos cristianos es ¿Qué es proclamar? Proclamar es un verbo transitivo que consiste en decir una cosa en voz alta y públicamente, preferiblemente de forma solemne y de manera constante. Dice un concepto. Es declarar pública y solemnemente el principio o la inauguración de una forma de gobierno o del reinado de alguien.´ Otro dice. Dar, en medio de una multitud de individuos, gritos, loas en honor de una persona. Y otro. Publicar en alta voz una cosa para que sea conocida por todos. Y si se refiere a las virtudes, alude a «la perfección y plenitud de las potencias constitutivas de una naturaleza». Y en este caso, la perfección y plenitud de las potencias constitutivas de su naturaleza, se refieren por supuesto, a nuestro Señor Dios, Rey de reyes y Señor de señores.
Pero es muy triste ver y oír que los cristianos que se dicen hijos de Dios, seguidores de Jesucristo, portadores del mensaje de Salvación, coherederos de la Gracias de nuestro Dios, nación santa, real sacerdocio, linaje escogido, solo se ocupan de proclamar sus propias virtudes o las virtudes de hombres falibles, mentirosos y corruptos como complacencia de sí mismos. No han podido interiorizar el compromiso que han adquirido cuando han aceptado seguir a Cristo a través de su Evangelio.
La Palabra es contundente. Y esto debería saberlo todo cristiano y todo estudioso de la Biblia. Ahora “Dios ha concedido los privilegios y las responsabilidades de la nación judía a la comunidad cristiana, no como un grupo nacional sino como un pueblo llamado de toda nación para constituir un cuerpo espiritual, una gran familia en todo el mundo. “No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús”
La condición especial que antes había tenido el Israel literal le fue quitada. Y fue otorgada a los cristianos”. Comentario Bíblico Adventista. Y el Espíritu de la Profecía, acerca de los cristianos dice “Se les ha dado una gran verdad, «porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará» (Luc. 12: 48). Grandes responsabilidades descansan sobre todos los que han recibido el mensaje para este tiempo. Deben ejercer una influencia que atraerá a otros a la luz de la Palabra de Dios…” Elena de White ¿Cómo lo ven? ¡Hasta el martes Dios mediante! Próximo artículo. ” Cambios, cambios cambios…“.