Los vecinos de la calle 46 denuncian que es nefasto el estado de las tuberías y cloacas en su zona desde hace más de dos años.
Relatan que las viviendas ubicadas desde la carrera 27 hasta la 30 se inundan constantemente por el colapso de sus cañerías. Cada vez que esto sucede el agua de los baños se devuelve por completo y se esparce por las habitaciones de sus viviendas, aseguran que es un situación que ha deteriorado su calidad de vida.
Águeda López detalló que se han dirigido en reiteradas ocasiones a Hidrolara y que estos prometen enviarles a los técnicos para arreglar las cañerías, pero aún no han acudido.
omenta que en la última visita a la institución, los encargados les confesaron que no tenían presupuesto en estos momentos para reemplazar las tuberías, por lo que enviarían un camión para succionar el agua y aliviar un poco la presión en esa zona y de esa manera no se reventaran más los caños de sus viviendas. “Tampoco cumplieron y como según nos hemos enterado en algunos medios impresos ellos sí han recibido recursos pero simplemente no están destinados a cumplirle a la ciudadanía”, expresó Águeda.
Molestos por la presunta falta de compromiso por parte de Hidrolara, desde el domingo en la tarde los habitantes de este sector decidieron cerrar la calle 46 con carrera 30, como una medida de presión. Renzo Sequera destacó que funcionarios de la Guardia Nacional llegaron al sitio al pensar que la tranca era una “guarimba” más, estos al notar que el cierre era un reclamo de servicios decidieron retirarse. Agregó que trabajadores de algunos talleres mecánicos igualmente se opusieron a la tranca porque impedían que sus clientes llegaran al sitio. Sin embargo, estos mantuvieron su postura y expresaron que no abandonarían las calles e intensificarán la protesta hasta que envíen algún personal de Hidrolara. En la barricada los vecinos colocaron todo lo que consiguieron, desde basura, sillas de madera dañadas, hasta viejas muñecas de trapo.
Esta persistente contaminación ha enfermado a más de un habitante en el sitio. A Reyna Arrieche, adulto de la tercera edad, desde hace tres semanas le diagnosticaron escabiosis y detalla cómo se le ha complicado adquirir sus medicamentos. “Si no se consigue comida muchísimo menos medicamentos, estamos conscientes de la crisis en la que vivimos y no podemos seguir costeando estas enfermedades”.
La hija menor de Migdeisy Marcial con tan solo cinco años de edad desarrolló asma, según sus diagnóstico se presume que la situación de las cloacas es el causante de esta enfermedad.
Sin siquiera entrar a las viviendas ya se puede sentir el mal olor que sale de ellas. López recalcó que en ocasiones tiene que dormir en la sala de su casa para tratar de conciliar el sueño en medio de la peste. “Nosotros mensualmente pagamos nuestros recibos, exigimos que ahora nos cumplan a nosotros”.