La mayor parte de las obras de la Misión Vivienda en Palavecino e Iribarren se encuentran paralizadas, lo que mantiene sin trabajo a unos 30 mil padres de familia que se desempeñan en la industria de la construcción.
Lo afirmó así Pedro Peña, secretario general del Sindicato de Trabajadores de esa rama, en compañía de Héctor Contreras, de la comisión reorganizadora de la CTV y otros directivos de la organización sindical.
Peña hizo una relación de los conjuntos residenciales de la Misión Vivienda que se encuentran paralizados, entre los que figuran los de La Morenera, El Placer, La Mendera, Los Pinos, Lácteos los Andes, Tarabana, La Mata y Milazo, en Palavecino, así como los de la antigua cordelería, en la avenida Libertador; al lado de Makro, en la Rotaria, entre 15 y 16, el mercado San Juan, las torres de El Sisal y las que se construirían frente al decanato de ingeniería Civil, en Iribarren.
También recordó la escuela de música que se construiría al lado de Corpolara.
“Son unas 30 obras habitacionales anunciadas para ser construidas en el marco de la Misión Vivienda que, o nunca se iniciaron o si lo hicieron están paralizadas, dejando sin su fuente de empleo a esos miles de padres de familia”, precisó.
Además, esas construcciones se harían en empresas o terrenos expropiados que ahora se encuentran completamente abandonados.
Dijo que muchos de esos trabajadores de la construcción, para poder llevar los alimentos a sus casas, se han dedicado al buhonerismo, a vender café.
Atribuye ese cese de actividades a la falta de insumos, especialmente cemento y cabillas, que se encuentran desaparecidas.