El Deportivo Lara retomará este jueves los entrenamientos tras haber pasado el trago amargo de quedar fuera de la liguilla final y ahora su enfoque estará en conseguir el norte en la labor defensiva, que dejó su pico más alto en las primeras cuatro fechas del Apertura, pero que luego se precipitó en los últimos 10 desafíos, que se resumen en una defensa vulnerable y en resultados adversos.
Los dirigidos por Leo González volverán a la cancha con la promesa de reivindicarse con la afición, que los vio como especie de espejismo en el primer lugar tras la cuarta fecha, porque aguantó poco y se desinfló rápido hasta caer a la posición 12 de la clasificación general.
El rojinegro, ya con más claridad mental y sin presiones, necesita reencontrarse con la solvencia defensiva que abundó en las primeras jornadas, para lo que tendrá suficiente tiempo durante este lapso muerto de preparación.
La tarea que dejó pendiente en el Apertura está clara: limitar la cantidad de goles que recibe, necesaria para tener opción de sumar los triunfos.
Con cabeza y piernas frescas, la plantilla augura superar los escollos para conseguir las victorias en un Clausura que comenzará de cero.
De lo positivo en el Apertura destaca la labor de Jesús Hernández, líder goleador del equipo con nueve, que ayudó a consumar algunas unidades de las 22 que produjo el rojinegro.
Una cuenta pendiente para el reinicio de entrenamientos también será la ausencia, hasta ahora, de un gerente deportivo, luego de que se produjera la salida de José Manuel Rey, quien había llegado al cargo al final de agosto del 2016 y se ejerció funciones durante nueve meses.
