Se inauguró una exposición de las obras del barquisimetano Rodolfo Pimentel en las instalaciones de la Fototeca de Barquisimeto. Este sábado la institución recibió a los cultores y sociedad civil del estado, para abrirle las puertas a las auténticas obras del fotógrafo, tal y como lo definen sus seguidores.
En los pasillos de la antigua edificación se distribuyeron las 38 piezas que se mantendrán expuesta hasta finales del mes de julio. El director de la Fototeca, Carlos Eduardo López, recordó que esta actividad es parte de la programación que adelanta la Fototeca anualmente, en donde resaltan uno de los valores de la fotografía barquisimetana.
El año pasado fue presentada la obra de Amílcar Lusinchi y para este año resaltarían al artista Rodolfo Pimentel. En la opinión de López, la obra de Rodolfo destaca dentro de la creación fotográfica barquisimetana porque además de ser una obra muy versátil y diversa, se atreve a intervenir la obra y sacarle el máximo provecho. “Lo vinculan con ciertas expresiones cinéticas del arte”.
“Su obra fotográfica tiene una plasticidad muy grande. A parte de eso, ha sido merecedor de muchos reconocimientos en los últimos años, debido a su constancia y la depuración de su trabajo. Se puede observar cómo ha crecido la versatilidad de su obra. No solo registra a Barquisimeto, sus expresiones culturales, religiosas y urbanas, sino que es una obra de denuncia y documental que comprende un enorme periplo de Barquisimeto”, expresó López.
En efecto, la serie Guerreros de mi país retrata el grave problema que representa la escasez de alimentos, y cómo los adultos mayores en búsqueda de una bolsa de comida hacen interminables colas y son sometidos a enormes vejaciones por ello.
Pimentel desde corta edad se apasiona por la fotografía. Hace diez años se inscribió en la Escuela de Artes Plásticas, Martín Tovar y Tovar; y asegura que todos los días se dedica a leer libros y estudiar.
Con la obra que se siente más identificado es un trabajo que resultó de largos años de dedicación a registrar crepúsculos. Para él, este intervalo que se vislumbra tras la puesta del sol le da una inmensa tranquilidad que es completamente gratificante, por lo que decide captarlo e incorporarlo a su obra.