Si decimos “suculentas” inmediatamente pensamos en sabor y quizá, hasta se nos haga agua la boca; sin embargo, aunque estas sensaciones vayan ligadas a la palabra, también es el nombre de una especie de planta que almacena grandes cantidades de agua en su interior, tiene apariencia aterciopelada y pertenece a la familia de los cactus (aunque con ellas no corramos el riesgo de pincharnos)
Caracterizada por su coquetería, la mujer venezolana siempre marca tendencia y en esta oportunidad nos quedamos paralizados cuando vimos las creaciones de una arquitecta y emprendedora caraqueña, llamada Míchiko María Horie Phoebus; antes de que se pregunten, sí, ella misma lo aclara: “…soy uno de muchos ejemplos de lo que somos los venezolanos: una mezcla hermosa de razas y culturas que hace que seamos tan diversos… En mi familia hay un poco de Venezuela, Asia (Japón), Europa Oriental y Norte América”. Míchiko se encuentra terminando su especialización como arquitecta paisajista y confiesa ser una tree-hugger o “abraza arboles” como diríamos en español, le encanta el intercambio de conocimientos con otras personas, pues considera es la mejor forma de aprender.
Aunque esta conversación no pudo ser frente a frente, podemos decir que además de profesional y creativa, es bastante inteligente y apasionada por la naturaleza, cada una de sus palabras dejan ver su sensibilidad y sobre todo, sus ganas por seguir creciendo, por ello, la consideramos una gran artista y sus piezas lo demuestran…
Partiendo de un nombre bastante criollo (Taparapara) creó un proyecto en el año 2.014, para llevarlo a un curso de jóvenes emprendedores que se encontraba realizando: “Mi misión y visión era mejorar la calidad de vida de los citadinos, a partir de la incorporación del verde en lo cotidiano y de la educación ambiental. Los productos que presenté fueron: el primer cuadro vivo hecho con suculentas y una cantidad de galletas en presentaciones diferentes”. Así, creó un sello versátil, sin limitantes en cuanto a todo lo que puede englobar.
¿Cómo te diste cuenta que podías crear “accesorios vivos”?
Soy curiosa y terca, así que cuando pienso o imagino algo, aunque todo el mundo diga que no se puede hacer, busco la forma de lograrlo. Me parecía genial la idea de poder portar y/o regalar vida y siendo amante de las plantas, pensé en algo que todos puedan ver crecer y que permita recordar un buen momento o a la persona que lo obsequia. Así que hice varias pruebas para mi, pensando en los jardines verticales y cuadros vivos pero modificando la escala.
¿Conservas la primera pieza que hiciste de este tipo?
Sí, aunque, ya hace mucho tiempo la sembré, pues es la fase final de las plantas que se encuentran en cada una de las piezas.
¿Háblanos un poco sobre el proceso de elaboración?
Todo comienza con qué tipo de accesorio vamos a realizar, luego, qué tipo de base se usará y cómo sostendrá las plantas en ella, bajo estas preguntas, se seleccionan las especies a utilizar.
Tratamos de no trabajar con plásticos por lo altamente contaminantes que son, por eso, nuestras bases suelen ser de metal, vidrio o madera y son reutilizables. Otro material, súper importante, que utilizamos como complemento a las suculentas son los cristales o piedras semi-preciosas como: amatista, sodalita, cuarzo cristal, entre otros, para esparcir buenas vibras y energías. En cuanto a las herramientas podríamos decir que van desde una pinza de punta aguda, agujas, alicates, hasta pela-cables.
El tiempo de elaboración de una pieza de accesorio vivo puede durar entre tres y ocho días.
¿Por qué trabajar con suculentas?
Este tipo de plantas tienen una anatomía altamente especializada, que les permite sobrevivir largos períodos de sequía y muchas, han desarrollado mecanismos para reducir la pérdida de agua en ambientes hostiles. Estas características ayudan en su proceso de reproducción, sea por semillas, hijos u hojas. Nosotros partimos de los dos últimos para crear nuestras piezas. De modo que estamos contribuyendo a la multiplicación de las plantas.
¿Las cultivas tu misma?
Sí, comencé a coleccionar suculentas desde hace un poco más de cuatro años y desde entonces las he observado meticulosamente y variando las condiciones de luz, sombra, riego, envases, etc. También colecciono bromelias y junto con mi madre orquídeas, ella no es para nada fan de las suculentas. Ahorita tenemos un festín de orquídeas floreadas, ¡estamos en el paraíso!
¿Cómo unes estas plantas a la base? y ¿Cómo pueden ser despegadas para sembrarlas?
Dependiendo de las variables que mencioné anteriormente, la fijación de la planta es mecánica o adherida con un pegamento especial que no la daña.
Para sembrarlas tomamos el arreglo completo desde la base y halamos hasta despegarlo; colocamos el grupo de plantas apoyadas sobre la tierra contenida en un envase con drenaje (preferiblemente), humedecemos la capa superior de la tierra y la base de las suculentas una vez a la semana, siempre y cuando la tierra esté seca. De esta manera, en una o dos semanas, podremos ver las raíces de cada una de las especies. ¡Estarán más felices si las sembramos todas juntas!
¿Cuánto pueden vivir estas plantas como accesorios?
Depende del cuidado que tengamos al usarlas. Personalmente, he tenido piezas que han durado desde dos meses y medio hasta tres meses.
¿Qué debemos tener en cuenta para conservarlas?
Debemos estar muy conscientes de que llevamos puesto un ser vivo que es delicado; cuidar movimientos bruscos, no maltratarlas con el cinturón de seguridad cuando nos montamos en un carro, evitar que se lleven golpes que puedan romper la pieza ( sobre todo en el caso de los Amuletos Vivos).
¿Podemos sembrarlas cuando queramos?
¡Por supuesto! Si gustan, llegan a casa y siembran.
¿Qué buscas transmitir con estas creaciones?
El objetivo de nuestros accesorios vivos, es brindar la experiencia al usuario de participar en el proceso de creación. Paralelamente, se genera una curva de aprendizaje a partir de la experiencia propia en materia de educación ambiental, que digamos, es el objetivo macro de toda esta iniciativa. Actuando localmente a pequeña escala, por sumatoria, podemos generar un impacto global.
¿Qué proyectos tienes a futuro?
¡Infinitos! Siento que no me alcanza la vida para hacer todo lo que quiero hacer. De momento, me concentro en terminar la especialización y buscar aprender, no sólo en Venezuela sino en otras partes del mundo, sobre sostenibilidad, iniciativas a nivel mundial y especialmente en huertos urbanos y techos verdes. Quiero formarme, para aportar lo máximo que pueda en el desarrollo de prácticas sostenibles, en este país que lo tiene todo para ser potencia en todo.
Regálales un mensaje a todos nuestros lectores que aman la naturaleza y el emprendimiento…
Emprendamos en prácticas sostenibles amigables con el ambiente. Tuvimos suerte de nacer en esta parte del globo terráqueo y creo que no fue casualidad, tenemos unos recursos naturales que no se pueden comprar ni fabricar, sino que debemos cuidar y aprovechar de una manera responsable.
Vivir en el trópico hace que quizás demos por sentado la exuberancia y mega diversidad de nuestro país. Las cuatro estaciones se dan simultáneamente en este pequeño pedacito de tierra que es Venezuela. Cuando realmente entendamos y asimilemos lo afortunados que somos por nuestra ubicación geográfica, seremos referencia mundial, no sólo como el país de las mises, el café y el cacao, sino que tendremos nuevamente esa Venezuela potencia, que está a la vanguardia en turismo, tecnología, capital humano, paisajismo, producción… ¡y pare de contar! Pero para ello, hay que luchar y trabajar mucho con disciplina y resiliencia.
Emprendedores, sus ideas y propuestas son muy valiosas. No desistan. Tomen descansos largos, si se sienten muy desanimados o agobiados por todo lo que tienen por hacer, porque no les voy a mentir: emprender conlleva mucha dedicación, trabajo, trasnochos y sacrificios, pero no abandonen sus proyectos. Revisítenlos y luchen por desarrollarlos y nutrirlos… y no menos importante: busquen ayuda y ayuden otros a emprender siempre desde el respeto a las ideas propias y de los demás.
#ReciclaDoble
Es un juego de palabras en donde podemos leer “Recicla, Reciclado y Doble”. Los accesorios tienen dos etapas de vida:
1 Accesorio Vivo: es el formato inicial como accesorio para complementar un look. Teniendo por seguro que será tema de conversación, pero siempre estando conscientes de que usamos un accesorio vivo.
2 Separamos las plantas de la base y las reutilizamos para sembrarlas en una maceta o jardín que es su hábitat ideal y el objetivo de esta iniciativa de accesorios vivos: multiplicar el verde. Cuidamos y disfrutamos al verlas crecer.
“Recuerden que debemos sembrar las plantas de nuestras piezas Taparapara para cumplir la función #Recicladoble”
instagram: Taparapara
