La oposición (no la MUD), ha logrado generar un sentimiento de rechazo y de descrédito hacia el Gobierno nacional bien importante, incluso a escala internacional. Hoy el Gobierno nacional está en las peores estadísticas de aceptación y en las peores posibilidades de mantener el poder, apunta el politólogo Yosbert Vásquez.
El entrevistado cree que el Gobierno antepone una Constituyente con el fin de preparar un escenario electoral que le sea favorable.
A su juicio, un referéndum consultivo pudiera ser la ficha de negociación política porque al Gobierno no le interesa que las calles sigan caldeadas.
“Los logros alcanzados no corresponden a la Mesa de la Unidad Democrática. Los logros obtenidos, que han fracturado al Gobierno nacional, corresponden a la ciudadanía. La agenda pública no la tiene el gobierno ni la oposición porque esta surge espontáneamente por parte del ciudadano evidentemente frustrado por la crisis económica, política y social”, aclara.
Para Vásquez un paro nacional sería catastrófico para todas las partes.
Y en el caso de que se materialice la Constituyente, la oposición tendría que reinventar sus estrategias de lucha política para guiar a su propia militancia y a la ciudadanía en general, sobre todo para prepararse ante un posible escenario electoral.
-¿Qué se ha logrado en estos 60 días de protestas?
-En términos políticos hay grandes avances. La oposición (no la MUD), ha logrado generar un sentimiento de rechazo y de descrédito hacia el Gobierno nacional bien importante, incluso a escala internacional. Organizaciones de derechos humanos, además de la OEA y ONU, se han manifestado sobre la situación del país, eso nos da un balance positivo de las acciones que ha llevado a cabo la oposición en Venezuela. Es muy difícil, para cualquier gobierno en el mundo, gobernar bajo tanta incertidumbre y sobre todo en un ambiente de ingobernabilidad.
-¿Qué es la ingobernabilidad?
-No es más que la imposibilidad que tiene el Gobierno de presentar una política pública, por tanto que es rechazada de manera inmediata, sin siquiera ser pensada o analizada. Quizá una propuesta del Gobierno sea buena pero como tiene poca credibilidad es rechazada por la población, eso hace un ambiente ingobernable.
-¿Qué más suma la oposición en este contexto?
-Se ha hecho más fuerte electoralmente. La oposición está debilitando a algunos poderes del Estado. El Gobierno institucionalmente estaba muy blindado; electoralmente sigue debilitado, tiene fisuras. Pero ojo, que se haya manifestado la fiscal general de la República, dos magistrados y dos diputados del PPT, no implica una victoria, tampoco ganar una batalla en esta guerra política, eso es un indicio para que pudiesen los subgrupos del partido de gobierno, manifestarse en contra de la cúpula. Hay un rechazo desde la personalidad, no desde la institución. No podemos pensar que eso impulsará cambios en el Gobierno nacional. La MUD no puede seguir mintiéndole a la sociedad, no debería decirle más a la gente que con un 350 o referéndum consultivo vamos a sacar al Presidente de la República.
-A su juicio, ¿cuáles son los escenarios?
-El escenario menos posible es la renuncia. No hay un solo elemento, ni científico ni histórico, que diga que luego de tal cosa viene una renuncia. Los escenarios de mucha conflictividad, violencia, y confusión en los mensajes sociales, los maneja muy bien el Gobierno nacional, en ese terreno es experto porque la política de gobierno en Venezuela la componen en su mayoría militares. Son 2.800 militares aproximadamente que hoy ocupan cargos en el alto gobierno. Administran la cosa pública como militares. Y el militar está preparado para actuar en medio de una crisis. Por eso, para el Gobierno no hay mejor escenario que la violencia.
-¿Qué sentido tienen las elecciones regionales luego de la Constituyente?
-El anuncio de las regionales no debe sorprendernos, es más, están tardías. Ahora bien, lo de la ANC, sí pareciera una estrategia de dilatación de las elecciones. En la Asamblea Nacional Constituyente promovida por Chávez, una de las condicionantes para que se llevara a cabo, era que no hubiese proceso electoral porque es absurdo, no puedes reformar al Estado para seguir teniendo el mismo esquema de elección, de relación de poder.
-¿Quiere decir que la ANC cambiará el esquema de elección?
-Sin duda alguna. La ANC pasa a refundar el Estado, el ordenamiento jurídico y político del Estado. Lo que hoy conocemos como Venezuela con sus cinco poderes, sistema electoral, método de escogencia de los diputados, etc, todo eso cambiará. Causa mucha suspicacia que primero se coloque a la ANC para luego celebrar una elección. Quizá anteponen la ANC para preparar el mejor escenario electoral favorable al Gobierno, para ganar el mayor número de gobernaciones porque hoy, bajo el sistema electoral que tenemos, la oposición ganaría 21 gobernaciones. El Gobierno nacional está buscando la metodología más idónea para no perder tantas cuotas de poder.
-¿Cuál es su opinión acerca de las bases comiciales anunciadas por Maduro?
-Son una aberración democrática y de concepto de representatividad. No es posible que en Lara, demográficamente con mayor representación que Yaracuy, tengamos menos constituyentistas. Ese método de escogencia los aplica Corea del Norte y Cuba, no es casual que ambas naciones tengan regímenes cerrados, centralizados y dictatoriales. Las bases comiciales responden más a los intereses del gobierno que a los intereses de la nación. Es una gran desviación del concepto político, democrático y sobre todo de representatividad.
-¿Tiene sentido el referéndum consultivo (RC) que ha propuesto la MUD?
-El RC está en la Constitución del 99. El pueblo rechaza la Constituyente pero no existe una medición precisa. Nada mejor que un RC auspiciado por el CNE. Además es el proceso administrativo debido. Solo un RC le daría legitimidad a la ANC o sería el fin de esa propuesta. Que el CNE no haya presentado ese paso es una muestra más de la desviación institucional. Es una propuesta que la MUD debería elevar al CNE. Pudiera ser el RC la ficha de negociación política con el Gobierno nacional porque al gobierno no le interesa que las calles se mantengan caldeadas. La oposición está haciendo una exigencia y creo que lo más inteligente, en función de la nación, sería que la oposición presente la propuesta de RC frente a la ANC.
-¿Qué cedería la oposición?
-La tranquilidad de la calle. No abandonar la lucha ni la presión pero sí bajar un poco los ánimos que definitivamente están muy caldeados producto de tantas injusticias.
-¿Ha faltado conducción política por parte de la MUD?
-Los logros alcanzados no corresponden a la Mesa de la Unidad Democrática. Los logros obtenidos, que han fracturado al Gobierno nacional, corresponden a la ciudadanía. Ningún político ni partido de oposición puede atribuirse esos avances. Sería una gran idiotez porque la ciudadanía, entre otras cosas, no solo rechaza el mal gobierno, también objeta algunos comportamientos de la MUD porque no ha existido el primer pronunciamiento oficial de la coalición en función de un plan de calle, este surge del día a día o de manera semanal, incluso improvisado. Pensar que presentar una agenda alertaría al gobierno es tonto porque el gobierno ha estado permanentemente preparado para enfrentar a la MUD. Por esa improvisación y discursos no cohesionados creo que la MUD no está preparada para derrotar al oficialismo. La agenda pública no la tiene el gobierno ni la oposición, se presenta de manera espontánea por parte del ciudadano evidentemente frustrado por la crisis económica, política y social.
-¿Un paro nacional agudizaría la situación? Es lo que pide la gente en las marchas
-En ocasiones las masas no son buenas consejeras. Creo que un paro nacional le haría mucho daño al Gobierno nacional pero también implica un atraso y un daño abismal a la propia ciudadanía, son pocas las empresas del Estado que hoy están comercializando algún producto, de hecho, la red de comercialización internacional está paralizada. Solamente la economía interna mantiene medianamente al país. Un paro nacional sería catastrófico para todas las partes.
-Si pese al referéndum consultivo y las protestas se concreta la Constituyente, ¿qué salida tiene el pueblo?
-Si se ejecutase la ANC, como creo que pasará, la oposición tendría que reinventar sus estrategias de lucha política para guiar a su propia militancia y a la ciudadanía en general y sobre todo para prepararse ante un escenario electoral. Es posible que pasemos a elecciones de segundo grado, lo cual no es inédito, eso pasa en Francia, Noruega, Alemania.
-¿Qué significa una elección de segundo grado?
-En una elección de segundo grado la ciudadanía le da el voto a un sector de la sociedad, gremial, ciudadano, cultural, deportivo, académico o de partido y este sería el que elegiría a los gobernantes de los estados y municipios. Eso solo lo aplican regímenes centralizados. Si eso ocurre la ciudadanía tendrá que reinventarse como nación.
-¿Negociación?
-En una transición la negociación sería la meta. El previo sería ¿qué cedo? La oposición va a exigir la salida de algunas figuras, la reforma del TSJ, CNE, ministerios y Fiscalía General de la República para que sean incorporados miembros de la oposición o de la sociedad civil. En esa negociación es importante el control de la calle, del caos que existe en Venezuela y la aceptación de algunas propuestas del gobierno, como la no persecución de sus militantes y la ANC previo un referéndum consultivo, la liberación de algunas cuentas, etc. No podemos ver la negociación como una bajeza porque la política es el arte de la negociación a través del verbo.
¿En el caso de una posible transición sería un actor político o una junta de gobierno?
-Debe ser un triunvirato, es decir, una coalición conformada por el gobierno, la oposición y gente de la sociedad civil a través de la iglesia, universidades, empresarios, etc.
-¿La oposición estaría evaluando esto?
-Hay un sector de la oposición que no está dispuesta a la negociación y dudo que lo estén evaluando, otro sector sí está preparado para ello. Todos le temen a la reacción del ciudadano pero las masas no son las más mejores consejeras. En la política no cuentan solo las emociones, aunque tengan una carga importante debe existir un mínimo de raciocinio.