“¡Delpo, Delpo!”, despidió el público de la Philippe Chatrier al argentino Juan Martín Del Potro después de que cayera en un duelo de casi tres horas ante el número 1 mundial Andy Murray, en la tercera ronda de Roland Garros.
El argentino, 29º favorito, desaprovechó múltiples oportunidades para ganar el primero y el segundo set y acabó perdiendo 7-6, (10/8), 7-5 y 6-0.
“Todo el mundo aprecia mi historia, estuve fuera mucho tiempo. Pienso que por eso me apoyan tanto”, dijo Del Potro, cuya carrera ha quedado marcada por las lesiones. Pasó dos años casi sin competir (2014 y 2015) y este año volvió a Roland Garros tras un lustro de ausencia.
El tandilense sufrió un tirón muscular en el aductor en la anterior ronda. Este sábado en la Philippe Chatrier no pudo acompañar sus poderosos argumentos tenísticos, especialmente su golpe de derecha, con la condición física necesaria para batir a un atleta como Murray.
Rotundo con el ‘drive’, Del Potro logró pronto una rotura sobre Murray, que se la devolvió después de que el argentino tuviera bola de set.
Pero el argentino multiplicaba los gestos negativos. Se tocaba el aductor, negaba con la cabeza, gritaba o amagaba con golpear el suelo con la raqueta. Un posible abandono planeaba en la central.
Finalmente el larguísimo primer set -casi una hora y media- se definió en el ‘tie break’ para Murray. Del Potro se lamentó de las ocasiones perdidas apoyando la cabeza en la red durante unos instantes.
Bajón emocional
“Es normal, estaba frustrado, tuvo varias oportunidades para cerrar el set, incluso una doble falta en el ‘tie break’ en uno de sus puntos de set”, dijo Murray sobre la reacción del argentino.
“Jugó mucho mejor que yo en el primer set”, reconoció el número 1.
A continuación el escocés aprovechó el bajón emocional de su rival para lograr una rotura al inicio de la segunda manga. Del Potro se fue recuperando, pero una vez más Murray estuvo mejor en el desenlace.
La tercera manga tuvo menos historia. Murray siguió su línea de regularidad y a Del Potro no le llegaba el físico para poder competir. Cedió en dos horas y 53 minutos.