Sólo alcanza para comer una semana, el salario integral decretado por el gobierno a partir del primero de mayo, convirtiéndose en un “fiasco”, realidad a la que se enfrenta el pueblo venezolano, por la destrucción del aparato productivo del país y la errada política económica del gobierno, aseguró Fernando Camino, coordinador de productores y emprendedores del partido Un Nuevo Tiempo.
Afirmó que como consecuencia de esta situación se registran masivas manifestaciones a lo largo y ancho del país, en contra de Nicolás Maduro, de la rectora del CNE Tibisay Lucena, de los magistrados del TSJ y de todo ese combo nefasto del PSUV. “Ellos creían que podían seguir engañando al pueblo, pero les ha salido el tiro por la culata”.
Explicó que una familia de cinco personas necesita cerca de un millón de bolívares, para comprar los alimentos que consume. Es decir se requieren casi de cinco ingresos mínimos mensuales para poder adquirir la canasta de alimentos. Según esta aseveración del dirigente, las familias que no tienen ingresos fijos, tienen que producir por lo menos, 30 mil bolívares diarios únicamente para poder comprar sus alimentos.
Agregó el expresidente de Fedeagro, que debido a la aplicación del Plan de la Patria, desde abril de 2013 hasta abril de este año, la población venezolana ha perdido su capacidad de compra.
-Con un sueldo mínimo integral de 200 mil bolívares hoy no se compra lo mismo que se compraba con el salario mínimo de Mayo 2013, que era de 2.457 bolívares. Significa que estamos recibiendo más bolívares, pero con esos bolívares compramos menos alimentos, explicó.
Por otra parte, al referirse al manejo ideológico de la política económica de nuestro país por parte del régimen, manifestó que se ha caracterizado por un total desorden en la aplicación de las políticas macroeconómicas, debido al férreo control del Estado y a la pérdida de autonomía del Banco Central. Como consecuencia, se ha afectado la producción de alimentos, con el agravante de la inseguridad jurídica, el irrespeto a la propiedad privada y los controles de precios.