La tradición de celebrar los cumpleaños con una torta data desde antes de Cristo. Los historiadores aseguran que es una práctica adoptada desde hace más de 5.000 años, específicamente en las culturas de los sumerios, egipcios, persas, babilonios, entre otros.
En Lara, los barquisimetanos se esfuerzan por mantener esta costumbre pero debido al alto costo del dulce han optado por celebrar los cumpleañeros del mes con una misma torta.
El hábito ancestral se implantó igualmente en Venezuela. La costumbre de reunirse cada cumpleaños en familia era algo visto en todos los estratos sociales. Algunas fiestas eran un poco más elaboradas y se realizaban en clubes o grandes salones de fiestas. Siempre involucraban a la familia, una rica torta, pasapalos, piñatas y juegos para que los niños se divirtieran. Sin embargo, desde que se pronunció la crisis económica en el país, estas celebraciones bajaron su intensidad, pasaron a ser reuniones mucho más íntimas y quienes aún deseaban realizarlas primero debían recorrer unas cuantas tiendas para verificar precios e irse por lo más económico.
Este 2017 el panorama social y económico es más crítico en el país, ahora aunado a una serie de protestas que se presencian en toda Venezuela y que han dejado consigo más de 65 muertes. Muchos venezolanos consideran que no es momento de celebrar absolutamente nada, aunque otros intentan, dentro de lo que cabe, pasar tiempo de calidad con su familia y eso incluye mantener las celebraciones típicas.
Los altos precios de las tortas en los mercados es una limitante. Una torta de dos kilos, que hace un año costaba 2.500 bolívares, este año alcanzó el precio de Bs. 20.000. Las tortas más económicas son las de medio kilo en 14.000 bolívares.
Dueños de reposterías aseguran que han disminuido su producción, simplemente porque la demanda bajó. Mónica Carvajal tiene una repostería en la carrera 18 y relata que anteriormente producían tortas todos los días de la semana, pero ahora solo se dedican de lunes a viernes a cocinar el producto y el repunte de las ventas ocurren los fines de semana.
Hace un tiempo cocinaban diariamente 60 pasteles, hoy tan solo 40 y algunos días 30. Detalla que gran parte de las ventas han disminuido porque a pesar de que las familias continúan haciendo un gran esfuerzo para comprar el pastel de cumpleaños, muchos han optado por hacer algo que era común en las empresas e instituciones: celebrar en un solo día los cumpleañeros de todo el mes.
“Ante las familias buscaban tortas elaboradas con sus respectivos pastillajes, ahora solo llevan las más sencillas y para decorarlas utilizan velas con figuras, por ello la venta de eso se ha incrementado”.
Luisana Meléndez se encuentra planificando los 15 años de su hija, está consciente que es una celebración muy costosa, pero se asegurará que todos sus familiares le ayuden para poder hacerlo.
“Los pasapalos ya no se pueden comprar, sale mucho más económico buscar la harina y hacerlos nosotros mismos. Lo único que podemos costear es el pastel, pero trataremos de buscarlo lo más sencillo posible”.