Cada día con más ánimo y fe sigo enviando mensajes en positivo, llenos de optimismo, con la esperanza en que les llegue a mucha gente y surta efectos en lo que todos esperamos, en la convivencia y la paz, en busca de la creatividad y el reconocimiento a la gente de trabajo.
Al sector productivo cada día se le cierra más el camino y se le entorpecen sus ideas, en vez de recibir un estímulo que los anime y los invite a trabajar, a producir más y considerarlos como la parte aliada que produce, que construye y no destruye en forma espontánea, por encima de cualquier temporal y esfuerzos, siempre dispuestos a producir, generar empleos y compartir espontáneamente y no bozaleado o bajo dirección e ideologías que no dan pie con bola en ninguna parte del mundo.
Quienes producen o producimos lo único que reclamamos son derechos adquiridos, no se piden dádivas solo lo que por ley nos corresponde: el derecho a la seguridad, la libertad de adquirir nuestros implementos de trabajo, libre mercado con sus controles normales y no abusos, semillas y fertilizantes a tiempo, forma de cómo se puede comprar nuevamente un tractor, un camión, o sea como renovar todas estas necesidades que tenga que realizar un productor mediano que no esté enchufado; no alcanzan varias cosechas por muy buenas que sean para estas aspiraciones, por supuesto bien legítimas por muchas razones. ¿Se imaginan mis amigos lectores lo que cuesta llevar un toro a 500 kilos, producir papas, pimentones, tomates, cebollas, caraotas, bajo tanta inclemencia y trabas que nos imponen, quienes deberían de estar más interesado en que se les ayude a combatir la escasez y la miseria que estamos viviendo? ¿Será que no se dan cuenta de “que amor con hambre no dura” y que «barriga llena, corazón contento”. Así como el amor entra por una ventana el desamor sale por un portón.
Rogamos por que el país se maneje con más seriedad y cesen las ofertas que no se cumplen, ya que hay que acordarse de que «no hay plazo que no se venza, ni deudas que no se paguen”, pues esto se parece a lo que estamos viendo en este momento en nuestro país. El gobierno tiene un plazo vencido como son: las elecciones de gobernadores y alcaldes, ¿por qué motivo no las realizan?, ¿será que no ven que están quedando mal con el pueblo y a nivel mundial y que ellos deberían dar ejemplo, no aprovecharse de los demás? Es un mal ejemplo al mundo el de estar resistiéndose, acostumbrándose a lo que no es suyo, eso es malo y no conduce a nada bueno.
Estas cosas son tan desagradables para todos los que estamos viendo y es tan fácil de resolver con un poco de voluntad. Esto es aplicable a la vida cotidiana, solo se necesita que las palabras tengan credibilidad y no hablar por hablar. Hay un dicho que dice: «Hay que poner el cerebro a funcionar antes de poner la lengua a hablar”. Recordemos que quien no cumple los compromisos se les llama maulas, tramposos. Eso es muy feo, sin olvidar que la mentira tiene patitas muy cortas, nadie conoce una sola persona que prospere y tenga una larga vida haciendo trampas. No es necesario recordar que cualquier organismo como se llame y no cumpla no puede esperar buenos resultados.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.