El presidente del Parlamento de Venezuela, el opositor Julio Borges, afirmó este jueves que solo las protestas de calle aunadas a la presión internacional podrán «quebrar» al gobierno de Nicolás Maduro, al cerrar en Madrid una gira europea para buscar aliados.
«Es importantísimo que la presión que estamos haciendo dentro de Venezuela se una con la presión internacional (…), es lo que puede permitir quebrar las conciencias de quienes tienen el poder», señaló Borges a periodistas.
«Articular gobiernos» foráneos para «aumentar la presión para lograr esa agenda democrática, es un paso esencial que hay que terminar de consolidar», señaló Borges, tras reuniones con la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, y con representantes del gobierno de Mariano Rajoy.
En escalas en Roma, Bruselas y Madrid, Borges ha buscado explicar «la continuación del golpe de Estado que significa la Constituyente» convocada por el presidente Maduro.
Maduro anunció la Asamblea Constituyente como una salida a la grave crisis del país, donde protestas opositoras antigubernamentales, que se suceden desde el 1 de abril, han dejado al menos 60 muertos y un millar de heridos.
Pero la oposición declinó participar en ese proceso, que considera una estrategia de Maduro para evadir elecciones.
«Es un mecanismo tramposo», insistió Borges, al prometer que en las próximas semanas la oposición continuará «la lucha de calle» y la «búsqueda de apoyos internacionales», persiguiendo «un desenlace democrático» en las urnas.
Aunque una reunión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) culminó el miércoles sin acuerdo, evidenciado las divisiones en la región sobre la crisis en ese país, la próxima Asamblea General del organismo este mes en Cancún puede ser clave para ganar apoyos, dijo Borges.
España «seguirá siendo punta de lanza» en la Unión Europea para adoptar medidas que defiendan la democracia en Venezuela, prometió el senador Dionisio García Carnero, tras un encuentro de Borges con parlamentarios del Partido Popular (PP, derecha) de Mariano Rajoy, crítico del gobierno de Maduro.
Tras dar un espaldarazo a Borges, el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, esbozó el miércoles la posibilidad de que el organismo estudie sanciones como las impuestas por Estados Unidos contra altos cargos del gobierno venezolano.
De su lado, el ministerio español de Exteriores desaconsejó a sus ciudadanos viajar a Venezuela, salvo que sea de «extrema necesidad», ante las turbulencias en el país, en una nota publicada el miércoles en su página de internet.