Para recordar: “Judas, el traidor, les había dado una contraseña, diciéndoles: “Al que yo bese, ése es; arréstenlo y llévenselo bien sujeto” (Marcos 14:14).
Nadie, en su sano juicio, le colocaría a su hijo el nombre de Judas; ya que representa a la humanidad traidora; a la gente que el diablo domina. También personifica, al ser humano materialista y a los que no creen en Dios, o en Jesús, el cual viene por segunda vez, tal como lo señala la Biblia y hasta en el credo católico se repite: “Desde allí (el cielo) vendrá (Cristo) a Juzgar a vivos y muertos”.
El beso de Judas, fue la acción más desventurada de alguien, entregando a su maestro (hoy a otro, o un país)sin importar quien muere o quien sale perjudicado.
A Judas, ese plan macabro le salió mal y por su remordimiento tristemente se quitó la vida y se olvidó que solo la vida solo le pertenece a Dios; vida que los gobernantes venezolanos, por el afán de poder, han permitido que se pierdan por los extremos del hambre, asesinatos, miseria o dolor.
Hace poco, el diputado Pedro Carreño manifestó públicamente que “existe un plan para armar a la población que están del lado del gobierno” (vtv.gob.ve, 09/05/17) ¡Inaudito! Y eso no es nada nuevo, porque según el resumen (Google) en Prodavinci.com/2013/03/11, Ospina, W., señala: “El presidente Chávez… no se cansaba de repetir, que su revolución era pacífica pero armada”. Ospina es el escritor colombiano que le habló bien a Chávez, el mismo que le envió una carta al presidente Maduro para que acabara con la crisis (Radio Caracol, 28/04/17).
Al principio de la llamada “Revolución bolivariana” se usaba la frase: “Patria, socialismo o muerte”. Tristemente, los resultados no se hicieron esperar. Y nadie, sea del gobierno o no, pueden disponer de la vida de otro ser humano, sea por hambre, falta de medicinas o por acción de las armas. No olvidemos que el Sexto Mandamiento de Dios dice: “No matarás”. (Éxodo 20: 13).
Hasta hace poco, el “proyecto” del fallecido presidente Chávez, era el más portentoso de América Latina.En la práctica, a dichas ideas “revolucionarias” le dieron un “beso” en la oscuridad. Al tratar de imponer un Constituyente, pareciera que el proyecto y la misma Constitución de 1999, ya no sirven ¿terminará la ilegal Constituyente con la corrupción u otros males, a pesar de las llamadas: “Revolución y Constitución ideal”?
El beso que Judas le dio a Jesús, fue un mal cálculo por parte de ese discípulo.Creyó que Jesús se liberaría con una palabra de sus captores. Judas pensó que Cristo derrocaría al Imperio Romano con su verbo. Pero, el Salvador, le demostró que sabía quien lo iba a entregar; le demostró, una vez más, que el vino para dar vida, no para quitarla, ni siquiera destruir al traidor y hasta dijo en la cruz: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas 23: 34).
Hoy, son muchas las personas que saben (sabemos) lo que hacemos.Pero algunos, refrendan su conducta con besos similares a lo hizo Judas, porque continúan llevando al país al propio despeñadero y no quieren rectificar. Hablan de paz como “pantalla”, pero ¿será que no les importa la muerte de otros? Y, como Judas, se verán afectado por sus propias y malas decisiones,olvidando que Dios nos va hacer un juicio a todos en la Segunda, difundida y ansiada venida.
