Al menos 80 personas murieron y 300 resultaron heridas este miércoles en la explosión de un camión bomba en el distrito diplomático de Kabul que causó daños materiales en varias embajadas y sembró pánico entre la población.
El balance comunicado por el portavoz del ministerio de Salud, Waheed Majroh, fue confirmado por otras fuentes gubernamentales.
La explosión causó destrozos en las embajadas de India, Alemania y Francia, según el embajador indio y una ministra francesa.
Ante el elevado número de víctimas, el ministerio afgano del Interior hizo un llamado a la población para que se acerque a los hospitales a donar sangre.
«Se trata de un balance provisorio», declaró a la AFP Ismael Kawoosi, otro portavoz del ministerio de Salud, porque «los hospitales siguen recibiendo cuerpos y heridos».
El camión bomba estalló a las 08H25 (03H55 GMT), cerca de la plaza Zanbaq y de un retén que controla el acceso al palacio presidencial, indicó el portavoz del ministerio del Interior, Najib Danish.
Una espesa columna de humo se elevaba sobre el distrito, donde un fotógrafo de la AFP vio varios cuerpos yaciendo en el suelo.
Un helicóptero sobrevolaba la zona del atentado, donde se desplegaron las fuerzas de seguridad.
La explosión fue tan potente que sacudió una gran parte de la ciudad, rompió ventanas y generó pánico, además de destrozar decenas de automóviles.
Decenas de hombres y mujeres intentaban franquear los cordones de seguridad en busca de familiares.
«Gracias a Dios el personal de la embajada india está sano y salvo después de la enorme explosión en Kabul», tuiteó el ministro de Relaciones Exteriores indio Sushma Swaraj.
La explosión «fue muy potente» y tuvo lugar a una centena de metros a vuelo de pájaro de la embajada india, declaró el embajador indio Manpreet Vohra al canal de televisión Times Now.
Algunos edificios cercanos estaban en llamas, según una televisión local que mostró imágenes de los bomberos luchando contra el fuego.
Atentado no reivindicado
Ningún grupo reivindicó por el momento el atentado, que coincide con la «ofensiva de primavera» anunciada a fines de abril por los talibanes.
En las última semanas, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) cometió varios atentados en la capital afgana.
El jefe del Pentágono Jim Mattis declaró días atrás que 2017 será un año difícil para el ejército afgano y para los soldados extranjeros desplegados en Afganistán.
El presidente estadounidense Donald Trump está examinando el posible envío de miles de militares para hacer frente a la situación.
Estados Unidos, implicado en Afganistán en el conflicto más largo de su historia, mantiene a 8.400 hombres junto a 5.000 militares de los Estados aliados, cuya principal misión consiste en formar y asesorar a las Fuerzas Armadas afganas.
El ataque el miércoles tuvo lugar pocos días después del inicio del mes del ramadán.
En un mensaje reciente, el jefe de la misión de la ONU en Afganistán, Tadichi Yamamoto, había exhortado «a todas las partes del conflicto a respetar sus obligaciones religiosas y a cesar los combates» durante el ramadán.