“Necesitamos gas, pero no del bueno que reparte el Gobierno sino del doméstico, el único que sirve para prepararnos la comida, y también necesitamos que nos manden agua continuamente, no de madrugada, y a veces, como lo hace Hidrolara”.
De esa forma se expresó una de las amas de casa que este martes, junto a varios jefes de familia, se reunieron en la carrera 3 del 23 de Enero, la cual cerraron al tráfico, para protestar contra PDVSA Gas, que desde casi dos meses no les envía bombonas llenas.
Con los cilindros vacíos y algunas pancartas se colocaron en la vía, recibiendo incluso la solidaridad de algunos de los conductores que se veían obligados a regresar hacia donde venían.
María Torres, otra de las amas de casa, explicó que anteriormente les suministraban el combustible cada 15 días, lo que les permitía, con ahorros, atender sus cocinas sin problemas, pero hace casi dos meses desapareció por completo el distribuidor.
Otro problema de los vecinos del 23 de Enero es el del agua, que sólo les llega a las 12 de la noche y se va a las 5 de la mañana, por lo que están obligados a trasnocharse para tener algunas reservas.
Esa situación existió hace unos años, pero se había solucionado, aunque reapareció por causas que nadie en Hidrolara les explica.
“Hoy estamos cerrando en el 23 de enero, pero si no nos solucionan esos dos problemas vamos a trancar la Ribereña en cualquier momento”, amenazó Torres.