No se necesita ser abogado para saber que un acuerdo vinculante consiste en la existencia de un pacto entre dos, donde está sobre entendido el carácter obligatorio de ambas partes a cumplir con lo que le corresponde, so pena de sufrir las consecuencias de su irresponsabilidad . Y en el mundo donde habitamos y eso incluye nuestro país, se ha hecho hábito la violación fragante de ese pacto establecido por las leyes, en donde los más afectados son las grandes mayorías.
En otro orden de ideas, que es mi tema preferido, debo decirles, que muchos estudiosos de la Biblia no comprenden que las bendiciones de Dios son proporcionales a la obediencia a su Palabra. Algunos de manera soberbia opinarán que ellos han sido bendecidos sin necesidad de depender de Dios, pero, el enemigo, también otorga progreso, para desviar del camino de la Salvación al hombre.
Desde siempre, DIOS prometió grandes beneficios a sus hijos, siempre y cuando obedecieran su Ley. Las promesas entonces desde la Creación han sido condicionales y quienes estudian las Escrituras lo saben. Ciertamente, Dios escogió al pueblo de Israel como suyo y el Antiguo Testamento muestra de manera clara que la relación de Dios con su pueblo está enmarcada en el término “Pacto”. O sea, un “acuerdo vinculante”. Pero el pueblo de Israel no cumplió con el pacto, con la parte que le tocaba. Por lo tanto, Dios lo desechó como suyo.
Seguro saldrá alguien a argumentar que estamos equivocados. Se respeta. Pero la Biblia es precisa. Toda La Biblia es un compendio lleno de instrucciones y eventos que dicen con detalle como Dios entra en una relación de pacto o vasallaje entre él y su pueblo. Y como vendrán las bendiciones si se respetan las condiciones, pero también las maldiciones si se violan. Y todos sabemos hartamente, que la dirigencia religiosa, no el pueblo en general de Israel, violó las condiciones del pacto y Dios lo apartó.
En el Nuevo Testamento está clarísimo. Descubrimos que rechazaron al Mesías Salvador. Al mismo Dios encarnado en el Unigénito. Y la parábola de los labradores malos y asesinos, que el mismo Jesús le narró lo indica con precisión. Leamos Mateo 21: 35-45, Marcos 12:1-12 y Lucas 20:9-19 y lo entenderemos exactamente. Obviamente, en un artículo de prensa no vamos a explicar un tema del cual se ha escrito tanto, foros, conferencias y opiniones de eruditos en la materia. Pero Dios quiere que lo sepamos para nuestra Salvación y es el Espíritu Santo quien nos convence. Si lo dejamos.
La pregunta. ¿Cómo se confirma bíblicamente que el pueblo de Israel es desechado y a quien toma Dios? Sencillo. Voy a citar solo 2 textos que son suficientes. “Por eso os digo que el reino de Dios os será quitado y será dado a una nación que produzca sus frutos. … Al oír sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, comprendieron que hablaba de ellos…” Mat.21:43,45. ¿Más claro? Hasta los fariseos comprendieron que hasta allí les había llegado ese privilegio.
Entonces ¿a quién escoge Dios?. Pedro es claro. “Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios , a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” 1P2:9. Esto, refiriéndose a los cristianos. “…pueblo adquirido para posesión de Dios” ¡Qué responsabilidad!!Que privilegio amigos! Si le fallamos, igualmente seremos desechados ¡Hasta el martes Dios mediante! Próximo artículo “Una lectura a la masacre de Manchester”
