“Por antojo” del presidente de la República, Nicolás Maduro, los venezolanos tienen prohibido llegar a los organismos públicos para exigir respeto a la Constitución y cese de la represión. Así lo expresaron este lunes, los manifestantes que pretendían caminar desde Altamira hasta la sede de la Defensoría del Pueblo, en el centro de Caracas.
A la 1 de la tarde tomaron la Autopista Francisco Fajardo y estando a la altura de Bello Monte, decidieron tomar únicamente la parte superior de la vía, mientras que los escuderos colocaban obstáculos en la inferior para evitar que funcionarios de la Guardia Nacional pudieran avanzar con las tanquetas.
Rociando gas pimienta y disparando lacrimógenas hicieron entrada los uniformados; la resistencia con un megáfono instruía “escuderos hacia adelante, dejen espacio para cuando hieran a algún compañero y no pierdan vista”.
A las 2 de la tarde, ya eran emboscados por la Policía y la GNB a la altura de El Rosal y Chacaíto. En ese momento, los funcionarios que se encontraban en la autopista se detuvieron, como si la represión se cumpliera por turnos.
“Arriba, arriba”, es la palabra que más repiten para cuidarse de un impacto de bomba. No hay duda que los jóvenes se cuidan entre sí aunque no se conozcan. Piden motos, paramédicos y le dicen al herido que respire y no se quede de último. Dar la espalda a “las fuerzas que contienen el orden público” para huir está prohibido. Siempre con la vista al frente, es el código.
Los que se encontraban en Chacaíto respondían a las bombas con piedras y molotov. Los funcionarios abandonaron el gas por un momento para detonar fuegos artificiales.
3 de la tarde. Los manifestantes alzaron sus manos en símbolo de civismo, pero ese intento de frenar no tuvo resultados porque en primera línea se encontraban dos tanquetas, tanto en la parte de arriba como en la de abajo, rociando con gran fuerza gas pimienta.
El diputado a la Asamblea Nacional, Carlos Paparoni, se plantó frente a una de ellas y el impacto del agua lo arrastró, resultando herido por golpear su cabeza con el asfalto. La solidaridad antes descrita volvió a mostrarse con el dirigente, pues los jóvenes corrieron hasta donde estaba tendido, lo recogieron mientras otros pedían una moto y verificaban que no estuviera inconsciente.
“Está herido en la cabeza. Una moto. Vamos Paparoni, levántate. Una moto”, gritaban con desesperación.
Durante esos segundos, los de “el honor es su divisa” ofrecieron una tregua mientras los cascos verdes de la UCV trasladaban al parlamentario.
Es importante mencionar que a pesar de que la Fiscalía solicitó medidas de protección para los trabajadores de la prensa y un tribunal de Caracas admitió la petición, los efectivos de la Fuerza Armada continúan impidiendo el trabajo de documentar. “Periodistas retírense del área”, decían mientras rociaban. ¿Qué camino se puede tomar cuando obligatoriamente están replegando la manifestación y los comunicadores se ubican en los laterales sin ser parte del conflicto? Igualmente, estos funcionarios golpearon los vehículos de prensa que se encontraban en Chacaíto y con insultos obligaron a los trabajadores a retirarse del lugar.
Llegaron a la Defensoría
Un grupo de vecinos de la parroquia La Candelaria se apersonó a la sede de la Defensoría del Pueblo en la Avenida Urdaneta, lugar que desde muy tempranas horas estaba custodiado por la Guardia Nacional, lo que en otras oportunidades no se había registrado con tanta firmeza.
La protesta inició luego del mediodía al grito de “y va a caer, este Gobierno va a caer” y duró aproximadamente una hora ya que comenzaron a disparar bombas lacrimógenas. Desde los edificios aledaños acompañaban la protesta con cacerolas, con lo cual quedó demostrado que el centro de la capital ya no es “territorio revolucionario”.
La GNB puede terminar como en el 58
En aras de probar que la historia es cíclica, el exsargento técnico de la fuerza aérea, Fernando Mayoral, recordó que en el año 58, cuando fue derrocado Marcos Pérez Jiménez, la gente amarró a quienes formaban parte de la seguridad nacional y los ejecutó, tomando la justicia por sus propias manos.
A su juicio, ese escenario podría repetirse con los efectivos de la Guardia y Policía, porque no han sido preparados para atacar la inseguridad sino para contener de muy mala forma las manifestaciones en contra del Gobierno. “Cuando esto caiga, la rabia de la gente aflorará”, agregó.
Además indicó que este componente de la Fuerza Armada es el único que está realmente armado pero para atacar al pueblo. “Descuidaron el ejército. No tienen con qué pelear en el extranjero. Cuando amenazaron con atacar a Colombia, no pudieron continuar porque tienen puras chatarras. Y aunque no lo crean, esa situación causa molestia en la FAN”.
Si a las consultas se remitiera, la gente los define como asesinos, esbirros y guardaespaldas de los principales del Gobierno, aun y cuando padecen las mismas carestías que los opositores.