“De verdad no sé. Lo único que me enteré es que estaba grabando (…) Pero no se estaba burlando”, fueron parte de las palabras con las que, la esposa de Danny José Subero, intentó de justificar la presencia de este militar en Valle Hondo, la tarde de este sábado, cuando la comunidad rendía honores a Manuel Sosa, joven asesinado en una protesta.
Aunque se mostró algo hermética sobre lo ocurrido, a las afueras de la morgue del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda de Barquisimeto, dijo creer que Danny José no se encontraba como “infiltrado”. Prefirió resguardar su indentidad.
“Creo que él se paró ahí para ver algo bonito, para ver un homenaje que casi nunca lo hacen cuando alguien se muere”, manifestó.
Afirmó que Subero estaba en trámites de retiro, puntualmente esperando la aprobación de la baja que solicitó aproximadamente en el mes de enero.
Contó que el hoy occiso, como teniente, estuvo al mando de los pelotones encargados de ordenar las colas del Central Madeirense de Valle Hondo, municipio Palavecino del estado Lara. Posiblemente lo hayan identificado de esa manera como castrense de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Era oriundo de Caripito, estado Monagas, pero tenía varios años destacado en la región. Estaba residenciado en La Piedad Norte junto a su esposa e hija de cuatro meses de nacida.
Sus restos fueron velados en Zanjón Colorado, Palavecino, y serán traslados en las próximas horas al Oriente del país.
Sus compañeros lo describieron como una persona colaboradora, amigable y receptiva. Formaba parte del equipo de softball de La Piedad, llamado La Vinotinto.
“Murió prácticamente como un perro, no debió morir así (…) Era muy reservado con su trabajo”, aseveraron amigos.
Los hechos
A Danny José lo increparon en la Intercomunal Barquisimeto-Acarigua, a la altura del elevado de Valle Hondo, como a la 1:15 de la tarde del sábado, cuando el féretro de Manuel Sosa se disponía a continuar su marcha al cementerio Metropolitano, después del homenaje.
Un grupo de ciudadanos lo vio “sospechoso”, lo tildó de “infiltrado” y le exigió que demostrara lo contrario. Luego le habrían descubierto entre sus pertenencias un carnet militar y la furia civil fue incontrolable.
Entre la confusión, los ánimos caldeados y el enojo, a Danny José lo golpearon en reiteradas ocasiones. También incendiaron su motocicleta.
Aunque algunas personas intentaban evitar el linchamiento, eran más quienes deseaban “vengar la muerte de Sosa”.
Luego el militar fue amarrado, desnudado y arrastrado por la avenida El Placer. Al frente de los puestos de disqueros informales de Valle Hondo, continuó siendo golpeado.
Fue rescatado por funcionarios de la Policía del estado Lara, aproximadamente una hora después de la acción.
La autopsia arrojó que Danny presentó heridas por arma de fuego en la región infraescapular derecha y en el antebrazo derecho.
En el ambulatorio no detectaron heridas por arma de fuego
El director del ambulatorio Don Felipe Ponte de Cabudare, Domingo Verde, informó a EL IMPULSO que el guardia ingresó con signos vitales como a las 2:00 p.m. a este centro asistencial.
Testificó que el personal médico que lo recibió lo estabilizó y remitió al Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp) de Barquisimeto. Aseguró que no tenía heridas por arma de fuego al salir del ambulatorio.
Verde expuso que funcionarios de Polilara y la GNB trasladaron a Subero al Hcuamp, donde falleció.
“Traumatismo craneoencefálico severo, desviación del tabique nasal y escoriaciones. Llegó bastante delicado, ese fue el diagnóstico (…) Yo respondo por el estado en el que salió de aquí, no sé qué pasó después”, aseveró Verde.
En Valle Hondo impera el silencio y una tensa calma. La presencia de los medios de comunicación es rechazada, aunque algunos afirmaron que el Cicpc ha tratado de ir a la zona para investigar el crimen.
