Luego de culminada la homilía a propósito del aniversario de Juan Jacinto Lara, en la Catedral de Barquisimeto, el gobernador del estado Lara, Henri Falcón, aseguró a los medios de comunicación que es un honor en el marco de la actual situación del país, concentrarse en la casa de Dios para “pedir que nos dé sabiduría, entendimiento, para que los actores políticos y el pueblo en general, podamos enrumbar a Venezuela hacia destinos totalmente distintos. Que no sean de sangre ni odio, sino por el contrario, de verdadera prosperidad, de encuentro, reconciliación y paz”.
Para él, los dirigentes políticos deben demostrarle al país que tienen moral, para estar a la altura de los acontecimientos que vive Venezuela. “Tenemos que orientar para que esto no se nos vaya de las manos, como en efecto estamos viendo, pues cobra fuerza la anarquía.
Comienzan a cruzarse dentro de la voluntad necesaria, legítima, y además impulsada por los valores de la grandeza del pueblo venezolanos. Debemos mantener la protesta en la calle, pero jamás desvirtuar su propósito, su sentido, su razón, es un gran error frente a la historia y la gente”.
Falcón comentó que no se trata de valentía sino de sabiduría. “No podemos pedirle a Dios que nos ayude, si no somos capaces de ayudarlo desde la tierra. Aquí ha habido una suerte de desprestigio entre nosotros mismos, de odio entre nosotros”.
Repudió los hechos ocurridos en Valle Hondo, donde perdió la vida el teniente retirado Danny Subero, así como la actuación desmedida y represiva de los cuerpos de seguridad del Estado. “No podemos hacer justicia por nuestras manos. Nosotros no somos animales, somos seres humanos. No podemos apelar a la violencia para resolver los problemas y las necesidades de las grandes mayorías. Aquí no tenemos que hablarle a un sector sino al país, a la Venezuela grande, de todos”.
Dijo que hay quienes prefieren hablarles a las graderías para ver cómo les aplauden, cuando “somos estridentes en la palabra. Se trata de tener una postura consciente y que atienda las verdaderas causas del problema que estamos convocados a resolver. Pido a Dios que nos dé humildad para vencer el odio”.
-Un líder político tiene que orientar y direccionar, además de enseñar a rectificar. Cuando el camino es errado, tiene que tener la grandeza para salir a decir que no es el camino. El camino no es la violencia ni el paramilitarismo, sino la prosperidad y la paz.