Un grupo de mujeres y hombres, algunos con armas de fuego, supuestamente, se adueñaron, por medio del terror, de la zona comercial de El Tocuyo la noche del miércoles, la que recorrieron con el propósito de saquear establecimientos, en esepecial los ubicados en la avenida Lisandro Alvarado.
De acuerdo a informaciones extraoficiales, algunas de esas personas, mujeres y hombres, habían estado en una cola para comprar harina precocida y cuando les informaron que se había agotado salieron a obtener cualquier cosa por medios violentos.
Cerca de las 8 y media de la noche, primero intentaron violentar las puertas del Gran Ofertón Tocuyano, un abasto tradicional, pero como no lo logaron se dirigieron al negocio Calzados Yenny, al otro lado de la avenida y, presumiblemente con barras, lograron abrir la puerta plegable e ingresar, procediendo a apoderarse de los zapatos que estaban en exhibición, así como lo que había en el depósito.
“Pero no se conformaron con llevarse la mercancía solamente sino también dinero en efectivo, caja registradora, calculadora, teléfonos y otros equipos”, refirió Yorly Zambrano, administradora del establecimiento.
Aunque este jueves aún no habían terminado el inventario para determinar la cantidad de mercancía robada, dijo que se llevaron el 50% por lo que las pérdidas son millonarias.
“Gracias a que la Policía de Lara, la Guardia Nacional y el CICPC llegaron rápido no arrasaron con todo”, afirmó.
De allí, el grupo, u otro, pasó a la zapatería El Guaro Ray, en la misma avenida, sector La Cuba, al oeste, donde también tumbaron la puerta plegable para continuar con su fechoría.
“El negocio estraba cerrado y nos avisaron lo que estaba pasando y cuando llegamos encontramos todo el desastre que habían dejado porque la policía y la Guardia Nacional ya los habían dispersado”, dijo Maiyuri Rodríguez, co-propietaria del negocio junto a su esposo Raimundo Huerta.
Ayer, los empleados se dedicaban a tratar de precisar la cantidad de calzados que se llevaron los delincuentes, aunque, tentativamente, los calculan en unos 1.500, muchos de ellos de marca, importados, como Thon Sailor, María Pizzola, Tabluche o Quiloo, así como sandalias para niñas.
De la zapatería El Guaro Ray también cargaron con teléfonos y otros equipos de oficina, estimándose las pérdidas en unos 80 millones de bolívares.
Vecinos de la zona, que prefirieron mantenerse en el anonimato, dijeron que las personas responsables del saqueo intentaron hacer lo mismo con otros negocios del sector, entre ellos un abasto, pero, afortunadamente, llegaron las comisiones policiales y de la GN y los reprimieron.
Sin embargo, afirma que hubo enfrentamientos pues algunos de los vándalos portaban y accionaron armas de fuego, como se pudo constatar en daños en vidrieras de establecimientos cercanos.
Se conoció extraoficialmente que la misma noche se practicaron algunas detenciones y allanamientos para recuperar parte de la mercancía robada.
Este jueves, el diputado Raimundo Vale, presidente de la comisión de Seguridad y Derechos Humanos del CLEL, se reunió con los comerciantes afectados transmitiéndoles ofertas del presidente de Corpolara, Luis Reyes Reyes y de la almirante Carmen Meléndez, de ayudas para que puedan recuperarse recuperarse de las millonarias pérdidas y volver a comenzar.
Aclaró que los autores de los desmanes no son de El Tocuyo sino que llegaron de otras partes.
“En el PSUV rechazamos toda violencia y condenamos este atentado contra comerciantes en el municipio”, afirmó.
El concejal Franklin Navas, por su parte, también desvinculó a la MUD, de la que es coordinador en Morán, de hechos de esa naturaleza.
“La de nosotros es una lucha de resistencia civil, pacífica y democrática, nunca podemos estar del lado de quienes atenten contra trabajadores como son los comerciantes, que son pueblo”, enfatizó.
Este jueves, luego los sucesos, la ciudad recobró la normalidad, aunque llamaba la atención durante la mañana que no había patrullaje alguno en el casco comercial como medida de prevención.
Eso llevó a algunos comerciantes a no abrir sus negocios, aunque se esperaban recorridos de uniformados para la tarde y noche para evitar sorpresas desagradables.