El presidente estadounidense, Donald Trump, citó este jueves el terrorismo o «las amenazas desde Rusia» como sus prioridades para la OTAN, en su primera cumbre de la Alianza en la que acusó de «deber enormes sumas» a unos aliados preocupados por su compromiso con Europa.
«La OTAN del futuro tiene que incluir un gran enfoque sobre el terrorismo y la inmigración, así como las amenazas desde Rusia y las fronteras orientales y meridionales de la OTAN», aseguró Trump, quien había hecho de la lucha antiterrorista una de sus prioridades.
Sus palabras eran muy esperadas por el resto de mandatarios, máxime cuando el septuagenario presidente calificó en el pasado a la OTAN de «obsoleta», antes de desdecirse, y llegó incluso a cuestionar el apoyo a sus aliados en caso de ataque, si no aumentaban su gasto en defensa.
En un claro acercamiento a las demandas de Washington, los aliados acordaron sumar la OTAN a la coalición internacional que lucha contra los yihadistas del Estado Islámico en Irak y Siria, una decisión a la que países como Francia e Italia se mostraban reticentes.
El futuro ingreso, que deberán confirmar los mandatarios, no impidió que Trump pronunciara un «muy duro» discurso, tal y como avanzó su canciller, Rex Tillerson. Los miembros de la OTAN deben «cumplir con sus obligaciones finacieras», criticó Trump.
«Esto es injusto para la gente y los contribuyentes de Estados Unidos», subrayó el mandatario, recordando que 23 de los 28 países de la Alianza «todavía no pagan lo que deberían», es decir, que no llegan al 2% del PIB de gasto militar nacional que se comprometieron a alcanzar antes de 2024.
Y, aunque Estados Unidos ha sido el único país en la historia de la OTAN en invocar el Artículo 5 de defensa colectiva tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Trump no pronunció ni una palabra sobre si respetaría este principio en caso de ataque a Europa, como esperaban sus socios.
‘Salvaje ataque’
Bajo un radiante cielo azul de un caluroso día de primavera, el presidente de Estados Unidos supo escoger el momento para pronunciarse. Tras llegar a la OTAN sin hacer declaraciones, Trump rompió su silencio durante la inauguración de un memorial sobre los atentados del 11 de septiembre y la caída del muro de Berlín.
Aunque también bromeó sobre el coste de la nueva sede de la Alianza, unos 1.100 millones de euros, sus primeras palabras fueron para las víctimas del «salvaje ataque» en Mánchester, noroeste de Inglaterra, para las que pidió un «momento de silencio».
«Todas las naciones lloran hoy aquí con usted y están aquí junto a usted», dijo Trump a una primera ministra británica, Theresa May, molesta con Washington por las filtraciones en la prensa estadounidense de informaciones de la investigación del atentado en un concierto de pop que costó la vida a 22 personas.
El mandatario estadounidense, que calificó de «muy preocupantes» estas supuestas filtraciones de agencias de inteligencia estadounidenses, pidió al departamento de Justicia y «a otras agencias relevantes» una «completa investigación al respecto».
Theresa May, para quien el ataque muestra la importancia «para la comunidad internacional, incluida la OTAN, de hacer más en la lucha contra el terrorismo», habló con Trump sobre las fugas justo antes de la tradicional foto de familia, según una fuente del gobierno británico.