La vida me ha permitido informarme de muchos acontecimientos mundiales, nacionales y locales, que han hecho que hoy pueda hacer algunos análisis de lo que en la actualidad está sucediendo en mi Venezuela querida.
Quiero que se entienda que en estas reflexiones se busca el lado positivo de esa historia que en un alto grado ha sido negativa para la sociedad y que por solo mirar lo negativo se ha llegado a que hoy se exijan mayores derechos para la sociedad. Los gobiernos europeos fueron los culpables de eso que hemos bautizado como primera y segunda guerra mundial, que no fue otra cosa que dar respuesta al ejercicio de gobernante enfermo del poder que se creyeron dueños y señores de la voluntad de los ciudadanos, que, adquiriendo capacidad para doblegar a un adversario que llamaron enemigo, consideraron que solo con eso era suficiente para ser todopoderoso y a partir de ahí se fueron al ejercicio de la violencia desmedida y los resultados la inmensa mayoría de la población mundial los conocen.
Para hacerse del poder de gobernar países y regiones se inventaron doctrinas políticas,
económicas y sociales siempre con el aliciente de ayudar a los demás; de hacer la mejor nación del mundo, la de tener un ciudadano de primera, sacarlo de la esclavitud y hacerlo libre, garantizarle el derecho a la vida y sobretodo el derecho a la libertad en presencia de otros que le sirvan más, no han dicho quiénes son los otros.
No me quiero referir a ningún país en particular pero donde hay fuerza armada militar se habla de enemigo real o potencial para justificar su presencia, y hay muy pocos países que por considerar que no tienen ese enemigo ni real ni potencial solo tienen organismos de seguridad ciudadana. En esos países su población todos son considerados amigos o adversarios, es decir, no hay ciudadanos de primera o de segunda todos son iguales.
Históricamente he oído algo que llaman imperio, imperio romano, el imperio otomano, imperio chino y hoy para que nombrarlos porque al analizar esa clasificación de socialismo o capitalismono llego a otra conclusión que no sea la forma demagógica de vencer la voluntad del ciudadano para mantenerse en el poder, es decir, unos ofrecen el capitalismo del Estado con ciudadanos esclavos y otros ofrecen la libertad individual para trabajar, producir, intercambiar y mantener la burocracia del gobernante y la voluntad del trabajador.
Que tanto es cierto hoy en Venezuela cuando me decía un amigo por allá por los años ochenta: “En todos los países bolivarianos su población es indígena y no importa donde haya nacido ni de dónde haya llegado la diferencia del indio es el guayuco”; el guayuco del venezolano es un guayuco petrolero: cincuenta mil personas trabajando para 16 millones de indios; el guayuco del colombiano, peruano, boliviano, ecuatoriano y panameño es un guayuco de trabajo asoleando el pelo y agachando el lomo así sea para cultivar marihuana, que tanto de cierto lo es hoy cuando hay quien manifiesta con bombos y platillos que no sabemos ni cultivar marihuana pero tampoco estamos en capacidad de producir petróleo para hacer una Venezuela de amigos.
Aspiramos a que el criterio que manifiesta mi amigo no tenga la razón y que la vida en un futuro nos sorprenda con circunstancias positivas, pues este país con menos trabas sería una potencia en autoabastecerse, voluntad es lo que sobra, quien produce siempre está atento a salir al paso a lo que sea contribuir y aportar; por ello no dudamos en salir de la crisis, cualquiera que sea, porque el venezolano es guerrero y no hay barranco que lo ataje a la hora de tomar decisiones, aparte de que en nuestro país las voluntades y buenos pensamientos son mayoría
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país
José Gerardo Mendoza Durán
@JGMendozabargto