Para recordar: “Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí” (Génesis 3: 12)
Echarle la culpa al otro es tan antiguo como la creación. Adán, por ejemplo, después que Dios les descubrió el pecado, le echó la culpa a Eva y contestó lo escrito en el texto inicial. Por su parte, Eva le lanzó la culpa a la serpiente (Satanás); y el diablo, siendo un ser creado, un querubín, quería ser semejante a Dios y le acusó de ser un tirano malvado (Ezequiel 28: 1-15), por ello “peleó” contra Miguel (Jesús) en el cielo y fue desterrado (Apocalipsis 12)
“Y de quién es la culpa” es el título de un libro de Lopera y otros…, los mismos autores de “La culpa es de la vaca”. También encontramos título similar: “De quién es la culpa, de la escasez en Venezuela”; este es un video preparado por Rctvista (publicado en 2016), donde muestran casi todas las expropiaciones que realizó el fallecido presidente Hugo Chávez, consideradas como punta de lanza, de la escasez que tenemos en nuestro país (ver https://www.youtube.com/watch?v=9CivfliJQF0).
Hoy, el Ejecutivo y sus dependencias, emulan la conducta del anterior y fallecido gobernante, culpan a otros por lo malo que pasa en Venezuela. Pero: 1) Siguen desconociendo a la Asamblea y la tildan de desacato.2) Ignoran las elecciones de gobernadores y alcaldes. En su lugar, quieren imponer una Constituyente. 3) Usurparon funciones entre poderes (TSJ asumió que era Asamblea también). 4) Dividieron el país, una vez más, con un “Carnet” (el presidente Maduro lo declaró como la “nueva identidad” (según cadena nacional 30/04/17) 5) ¿Quiénes crearon el caos? Todavía dicen: ¡La culpa es de otro!
De acuerdo a pisicocode.com, el síndrome de echarle la culpa a los demás se denomina “Síndrome de Piter Pan”. Son personas narcisistas, egocéntricas, rebeldes que eluden sus responsabilidades y huyen de sus compromisos.
Según el libro: “Yo, Nehemías”, de Ramón Valles Casamayor, tomado de books.google.co.ve, habla de la época de Esdras, donde los Levitas y el pueblo de Israel “no querían reconocer que habían hecho mal apartándose de Dios” (ver Nehemías 9).
Para su beneficio,volvieron a buscar a Dios, lo resaltaron como creador; recordaron el pacto que había hecho con Abraham, Moisés y otros; acataron su Ley y sus ordenanzas; confesaron que cayeron en idolatría (prohibida, según Deuteronomio 5:8; 4:15-19); además refrendaron a Dios como justo, recto y aceptaron que habían hecho lo malo (Nehemías 9:31,33).
En la historia,hay muchos seres humanos y gobernantes que se han creído“Dios” en esta tierra;tal como le pasó al diablo en el cielo o al rey Tiro (citado en Ezequiel 28); y muchos, por sentirse dios, creen que no se equivocan y siendo gobernantes o líderes religiosos,cuando se creen superiores, culpan hasta al mismo Dios de todo lo malo que pasa en este mundo ¡Increíble!
Esos “dioses” no creen en Cristo, y con razón tienen al mundo de cabezas, porque no respetan nada y Venezuela no es la excepción. Por personas así, estamos saboreando el caos. Sin embargo, todavía estamos a tiempo: En la medida que reconozcamos nuestros errores y no le echemos la culpa a otros, generaremos cambios, aceptamos la bondad de Jesús y su sacrifico en la cruz, porque todavía permite un pequeño hálito de esperanza para salvar a nuestro país y nuestra vida espiritual.
Eduardo Iván González González
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