Con pupitres y pancartas se instaló una porción de estudiantes de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo), ayer desde las 11 de la mañana aproximadamente, en la avenida Corpahuaico con Rotaria. Lo hicieron como señal de protesta por la crisis social, contra la Constituyente y por los quiebres presupuestarios de la institución donde cursan sus carreras universitarias.
La actividad de calle transcurrió con normalidad hasta cuando llegó la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), en la tarde. Comenzaron lanzando bombas lacrimógenas contra los jóvenes y estos respondieron con piedras; de modo que los castrenses no lograron avanzar hacia la entrada de la casa de estudios.
Unos 20 minutos después de la llegada de los uniformados, contó el dirigente estudiantil Carlos Ballesteros, se colaron en el enfrentamiento presuntos miembros de colectivos distribuidos entre cinco motos y unos 15 hombres a pie. Algunos, dijo Ballesteros, llevaban armas de fuego. Presuntamente, también los castrenses dispararon balas en lugar de perdigones.
Del enfrentamiento salieron siete estudiantes heridos por golpes de lacrimógenas que los guardias lanzaron directamente sobre el cuerpo de los manifestantes, apuntó Ballesteros.
Para hoy miércoles los universitarios programaron una asamblea estudiantil para debatir la situación de la Unexpo por las fallas presupuestarias que impiden el funcionamiento normal del comedor y el transporte.
Agredidos mientras trabajaban
El periodista Luis Alejandro Montes de Oca y el reportero gráfico Xavier Pérez, equipo del Diario La Prensa de Lara asignado para cubrir la protesta de los jóvenes de la Unexpo fue víctima de secuestro, robo y agresión física por parte de hombres encapuchados que se identificaron como funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Una vez cubierta la pauta Montes de Oca y Pérez se disponían a marcharse cuando les bloquearon el paso un Chevrolet Optra blanco sin placa, un auto vinotinto y una moto. Descendieron siete personas con los rostros cubiertos y amenazándolos con armas de fuego los obligaron a entregar teléfonos, la cámara, dinero, los implementos de seguridad y el vehículo propiedad de la empresa. Luego, hicieron que entraran a la fuerza en el carro blanco y arrancaron. Una corta distancia más adelante y después de golpearlos los entregaron a un convoy de la GNB. Los castrenses los condujeron hasta el puesto ubicado en la sede del Gran Polo Patriótico. Allí, una funcionaria comentó: “Eso les pasa por no estar de nuestro lado”, cita una nota de La Prensa de Lara donde relatan lo sucedido.