Las familias residenciadas en las urbanizaciones Tabure, San Antonio y La Ribereña, al norte de Cabudare, no encuentran a quién llamar para que les eliminen las barricadas que desde hace más de un mes les impiden movilizarse con normalidad.
Se trata gigantescos montones de restos de árboles que participantes en las protestas han colocado en la avenida principal, impidiendo el tránsito de vehículos.
“Estamos de acuerdo con las protestas contra este Gobierno hambreador y represor que está acabando con el país, pero no podemos estar de acuerdo con los cierres permanentes de las vías en urbanizaciones como las nuestras”, manifestó una ama de casa residente en uno de los sectores más afectados.
Les llama la atención que en varias oportunidades la Guardia Nacional, e incluso el Ejército, han despejado La Ribereña, entre el distribuidor Tarabana y la redoma de Agua Viva, pero ni una vez lo han hecho en Tabure, San Antonio y La Ribereña.
Temen que en cualquier momento a alguien se le ocurra prenderle fuego a las ramas secas que han venido amontonando en varios puntos de la avenida principal y se quemen hasta los cables conductores de electricidad y se queden sin el servicio, además de que el humo invada sus casas.