El Deportivo Lara acabó el torneo Apertura de primera división sumido en su debacle y aunque logró sacar un punto contra el Aragua FC, que dio algo de consuelo por además ser uno de los partidos de los últimos 10 donde dejaron un mejor funcionamiento en ambos espacios de la cancha, no subsanaron la falta de triunfo.
Con un lapso culminado, lo peyorativo del asunto es que las diferentes variantes que intentó el director técnico Leo González no dieron el resultado esperado: las victorias.
Al rojinegro le urge reinventarse, hacer ajustes en defensa para levantar vuelo en el siguiente torneo. Ahora sin presión de generar resultados positivos, porque tendrá un periplo de descanso, habrá suficiente tiempo para reorientar la estrategia y buscar el idilio con el triunfo cuando corra el balón en el Clausura.
Corregir las falencias defensivas, que en su mayoría ocurrieron por desconcentración en algunos fragmentos del juego, será la primera tarea por asumir para la plantilla rojinegra.
Al no estar en disputa del campeonato la escuadra podrá analizar, con cabeza fría, los errores cometidos en el primer torneo del año, sobre todo en los últimos 10 desafíos que se resumen en una defensa vulnerable.
El estilo de juego planteado por el director técnico Leo González al final no consiguió su norte en la segunda parte del Apertura por las falencias que hubo atrás, que dejaron sin capacidad de respuesta a la ofensiva que, aunque no fue la más productiva del torneo, tuvo a un atinado Jesús Hernández, quien resaltó con nueve dianas para terminar entre los goleadores y dio gran parte de los puntos al rojinegro.
El juvenil Ignacio Anzola, quien pudo estrenarse este año con la divisa crepuscular, es consciente de que aguarda un trabajo macro para mejorar aspectos del juego, pero considera que hay elementos que se pueden valorar como positivos, no por lo hecho, sino por lo que resta por venir.
“A pesar de no lograr el primer objetivo que era la clasificación a la liguilla final, considero que hay cosas, dentro de todo lo que nos sucedió, que se pueden rescatar, como la disposición que siempre tuvimos de buscarle salida a la mala racha, de entregarnos en la cancha, desafortunadamente no pudimos esta vez, pero somos un grupo que seguirá con ganas de trabajar y mejorar, eso es importante para poder corregir”, explicó el nativo de El Tocuyo con mucha humildad, en entrevista cedida al equipo de prensa del rojinegro.
Para estar en la cúspide el cuadro local no sólo tendrá pendiente mejorar en el costado defensivo, sino también hacer más habitual la conexión entre la zona media y la punta que capitalizó 22 goles; el que menos anotó de los clasificados al octagonal hizo 23 (Deportivo Anzoátegui) pero jugó brillante defensa al permitir sólo 13 dianas.
Otro elemento a considerar es el diferencial de goles que fue negativo para el rojinegro (-2), de los ocho equipos de arriba sólo el Zulia FC, aún por confirmar su puesto en la tabla ante reclamo impuesto por el Deportivo Táchira por emplear a cuatro jugadores extranjeros en su enfrentamiento, está entre los clasificados con registro adverso (-2).
