Rafael Narváez, abogado y coordinador de la Asociación civil Defensa por los Derechos Civiles, denunció que el Estado de excepción que mantiene el gobierno nacional en el país, sumado a la aplicación del Plan Zamora, “arrojan tortura y muerte” violando además los cuatro principios fundamentales que establece la Carta magna.
“Se vulnera la vida, la libertad de los individuos, la libertad de expresión y el debido proceso, lo que le ha permitido a quienes conducen el Plan Zamora, detener de forma arbitraria a muchos venezolanos”.
Advirtió que existen casos emblemáticos como los ocurridos en el estado Carabobo, donde bajo la dirección del general Antonio Benavides Torres, muchos detenidos, “fueron sacados de sus casas” y presentados ante tribunales militares, violentando con esto el artículo 49 de la CRBV en cuanto al debido proceso y el derecho al juez natural.
“Estos tribunales no tienen competencia para procesar y juzgar a civiles por lo que, Benavides Torres y el ministro Néstor Reverol están incurriendo en delitos de lesa humanidad”.
Recordó que luego de la sentencias 155 y 156 del Tribunal Supremo de Justicia que pretendieron desconocer a la Asamblea Nacional, los venezolanos salieron a protestar a las calles hace más de 50 días asumiendo lo que tiene que ver con el artículo 68 de la Constitución que autoriza a las personas a las manifestaciones pacíficas. “Lamentablemente lo que hemos visto en Venezuela es una represión sin límites, donde la Guardia Nacional se ha convertido en el brazo ejecutor del Plan Zamora que no es otra cosa que un esquema de guerra disfrazado”. El jurista condenó la instalación de tribunales militares ad hoc como los que existen en el estado Lara, a donde han sido llevados de manera forzosa detenidos desde otros estados del país por estar prohibidos internacionalmente, de acuerdo a los tratados internacionales en materia de Derechos Humanos como el Pacto de San José de Costa Rica.
Instó al Ministro de la defensa, Vladimir Padrino López a que lo reciba en su despacho, en compañía de los familiares de las víctimas de los fallecidos, a fin de demostrarle, “los excesos de la GNB al frente es un pueblo desarmado”.