Aunque el dolor y la impotencia han sido protagonistas en los 48 días de manifestaciones, la organización y la protección han ido de la mano para intentar ganar terreno ante unos guardias nacionales que disparan lacrimógenas, como si de flores se trataran.
Este jueves, los venezolanos se dieron cita una vez más para rechazar las órdenes que da el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, en contra del pueblo. En Caracas, había ocho puntos de salida repartidos entre el oeste y el este a fin de llegar al centro de la ciudad; objetivo que se ha convertido en ilusión.
Quienes tomaron como opción el este de la ciudad, se unieron en la Plaza Altamira y a partir de la 1 de la tarde emprendieron camino hacia la Avenida Libertador hasta la altura de Chacao y tomaron el distribuidor Ciempiés para llegar a la autopista Francisco Fajardo. “Hay que estudiar, hay que estudiar, el que no estudie se parece a Nicolás”, gritaba el Movimiento Estudiantil.
Los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) esperaban a los manifestantes a la altura del Centro Comercial El Recreo. Eran 12 tanquetas, entre rinocerontes y ballenas, y una cantidad significativa de funcionarios, los que iban contra la “resistencia popular”, como lo han llamado desde la oposición.
Por un momento, se respetó el ejercicio de la función periodística pues el comandante gritaba “cuidado prensa; cuidado reporteros”, a diferencia de otros momentos en los que se expresaban despectivamente violentando el trabajo de quienes están documentando el episodio. Minutos después, no dudaron en darle uso a la ballena para rociar a periodistas y fotógrafos.
Eran las 2 de la tarde y los manifestantes comenzaban a retroceder con mayor rapidez, mientras que los de “el honor es su divisa” continuaban disparando lacrimógenas de manera horizontal. Los muchachos, con máscaras, escudos y algunos con cascos, resistían. Lanzaban molotov y soportaban el agua con pimienta.
En el mes de abril se podía notar con facilidad la poca sincronía. El ataque durante estos dos meses los ha hecho crecer, ayudarse, responder con la rebeldía que los caracteriza, pero sobre todo, protegerse de la cantidad innecesaria de bombas.
A las 2 y 55 pm estaban en el Distribuidor Ciempiés y más se escuchaba el sonar del redoblante y el violín en muestra de civismo, porque son músicos, deportistas y profesionales los que acuden a estas convocatorias.
Las serpentinas que obstaculizaban el paso de las tanquetas, no impidieron que mantuvieran el acecho. “Con mayor profundidad”, gritaba el comandante, mientras que otros funcionarios presionaban sus máscaras porque eran afectados con los mismos gases.
En los 20 minutos subsiguientes terminaron de dispersar la manifestación. El equipo de EL IMPULSO presenció en el distribuidor Altamira, cómo alrededor de 40 funcionarios pedían a los jóvenes que se retiraran del lugar y “no trancaran la vía. No les vamos a hacer nada pero váyanse”. La respuesta fue “no disparen, miren no tenemos nada, alcen todos sus manos. Solo estamos luchando por la libertad”. Otro muchacho gritó “dónde estaban ustedes cuando ingresaron a la casa de mi hermano para robarlo y matarlo. Dónde estaban. Por qué no actúan de la misma forma con la delincuencia”.
El oficial insistía en que se retiraran. Ordenó a los subalternos tomar las motos para dirigirse nuevamente a la autopista.
Así como el llegar al centro es una ilusión, el discurso del comandante también lo fue porque segundos después comenzaron a disparar lacrimógenas, hiriendo a dos personas, cuyas lesiones resultaron superficiales –afortunadamente-. Rápidamente, fueron atendidos por el equipo de protección del municipio Chacao, quienes se mantuvieron siempre expectantes de la situación.
Debemos demostrar el valor de la resistencia
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se pronunció en horas de la noche para informar las próximas acciones de calle, con el objetivo de mostrarle a la “dictadura” que hay un pueblo que no se ha cansado de luchar por un futuro.
Rechazaron el fallecimiento de Paul Romero, un estudiante de Medicina de la Universidad del Zulia, quien fue arrollado por un vehículo que no tenía placas; y responsabilizaron al ministro Néstor Reverol de atentar contra la vida de los venezolanos.
“No estamos exigiendo nada que esté fuera de la Constitución. No vamos a seguir permitiendo que se aniquile a un pueblo que cree en la paz. No nos cansaremos, cada vez que reprimen y asesinan, más nos llenan de ganas. No tenemos ninguna duda de que los venezolanos estamos siendo asesinados por unos funcionarios que tienen el aval del Gobierno”, subrayó el diputado Juan Andrés Mejía.
En tal sentido, anunció que este viernes las parroquias deben organizarse para una concentración que se realizará el sábado 20 de mayo. En Caracas será a las 10 de la mañana en la Autopista Francisco Fajardo a la altura de Los Cortijos.
Aseguraron que, sin duda, Venezuela está entrando en una nueva fase de lucha.
Según reportó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, al menos cinco personas del gremio resultaron afectadas por impactos de bombas lacrimógenas. El balance ofrecido por los alcaldes Ramón Muchacho y Gerardo Blyde da cuenta de 100 heridos en Caracas.