Las ilusiones para El Deportivo Lara de jugar en el octagonal final, matemáticas más que reales, acabaron al sufrir derrota 1-3 ante el Caracas FC, en partido de la fecha 16 jugado en el estadio Metropolitano de Cabudare y en el que sólo les servía una victoria para seguir, crucifijo en mano, con un mínimo de esperanzas de clasificar.
El equipo al mando de Leo González cedió por octava ocasión en los últimos nueve encuentros en un duelo que volvió a dejar vacíos defensivos, sobre todo por la banda derecha, defendida por Ignacio Anzola. A balón parado el rival castigó con dos magistrales definiciones que encaminaron la liquidación rojinegra.
El Deportivo Lara comenzó con líneas adelantadas que le permitió encimarse al arco de Eduardo Herrera en los primeros 15 minutos para generar dos ocasiones de gol, una por Jesús Hernández al 5´con disparo de media distancia que pasó por encima del travesaño y otra al 10 con definición de Joel Infante que exigió al arquero Eduardo Herrera. Fue el único momento en que la conexión del medio campo y la punta funcionó.
Cuando el Deportivo Lara se había posesionado de la pelota, el Caracas FC, con juego pasmoso, consiguió el primer gol al minuto 25 con jugada a balón parado: Miguel Mea Vitali envió un potente disparo desde unos 37 metros de distancia que, con un roce fortuito de su compañero Robert Hernández, escondido en la barrera, se incrustó en el ángulo derecho del arquero Jesús Padrón, quien fue titular en este duelo de “vida o muerte” a pesar de los pocos minutos con el rojinegro este año; Vitali, exdeportivo, no celebró la diana.
Con la desventaja y conscientes de que la derrota liquidaba las aspiraciones de entrar en el octagonal, el Deportivo Lara no mostró indicios de recuperación, sólo al 36´Joel Infante, tras combinarse con Jesús Hernández, envió un disparo rasante que supo repeler Herrera.
El Caracas FC al 45´ dio el segundo golpe moral a los crepusculares, de nuevo con jugada a balón parado, para irse al descanso de medio tiempo con ventaja; Evelio Hernández, desde el costado derecho y al borde del área cobró con efecto una pelota que, ante el macro esfuerzo de Padrón, entró por el palo derecho para dejar a su equipo con ventaja 0-2 al término de la primera mitad.
En el segundo tiempo el rojinegro salió falto de ímpetu, parecía rendido; el Caracas FC aprovechaba para controlar el ritmo de juego.
Sin embargo, al 65´ los locales conseguirían su único gol de la jornada; Andrés Montero, quien había ingresado tres minutos antes por Ely Valderrey, recuperó un balón en la mitad de la cancha, apretó el acelerador, en el camino se sacó a un volante, luego se inmiscuyó en el área al dejar atrás a dos defensores, hizo la pared con Jesús Hernández para burlar al portero y definió con el arco vacío, para devolver la esperanza a la poca afición que asistió al Metropolitano.
En los últimos 15 minutos los rojinegros desaprovecharon el retraso de líneas del equipo capitalino que parecía pedir la hora, pero que al contragolpe, en el tiempo agregado y con una defensa local ya desorientada y displicente, dio la estocada con remate rasante de Rafael Arace desde el borde del área, que dejó perplejo al arquero Padrón quien, con la moral baja, cumplió con lanzarse hacia su mano derecha consciente de que había sido vulnerado por tercera vez en el partido.
