Para recordar: “No matarás” (Éxodo 20: 13)
Está en puerta una guerra sin precedentes, ya que Corea del norte, por medio del dictador Kim Joung-um, además de estar lanzando misiles nucleares cerca de Japón, quiere combatir a los Estados Unidos y a los “nipones”, quienes tratan de parar al desorbitado hombre.
Para esta fecha en Venezuela se ha producido una serie de protestas, principalmente causadas por la crisis que existe (violación de la Constitución, hampa, ausencia de medicinas, desnutrición, entre otros). Se dice que tristemente han fallecido unas 23 personas y numerosos heridos (según, albaciudad.org) y nos preguntamos: ¿Por qué murieron dichas personas? ¿Murieron en vano esos ciudadanos? ¿Cuántos más tienen que morir o ir a la cárcel?
Igualmente, se observa a otro grupo, que tratan de demostrar que acá no hay crisis (un presidente practicando softbol o beisbol, otros brincando en una plaza y a su vez diciendo: “¡Acá no está pasando nada!”.
En ese orden, no sabemos de dónde salió la idea de las contramarchas. Algunas razones pudieran ser: 1) Comparar el número de asistentes. 2) Que haya un choque de grupos. 3) Que los simpatizantes de un lado, no apoyen a los opositores. Sin embargo, el Ejecutivo Nacional y los organismos del estado, deben garantizar la seguridad ante estos eventos (ver Título VII, capítulos I -IV, de nuestra Constitución).
En el Título citado, está el artículo Nº 326, que dice: “La seguridad de la Nación se fundamenta en la corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad civil para dar cumplimiento a los principios de independencia, democracia, igualdad, paz, libertad, justicia, solidaridad…”
Y el artículo Nº 328, señala: “La Fuerza Armada Nacional, FAN, constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado…” ¿Será que los principios de estos artículos están siendo respetados? ¿Está la Fuerza Armada alejada de la política? La palabra “profesional” referida a la FAN, denota niveles de instrucción académica, entonces: ¿Acaso los 500 mil fusiles ofrecidos a los milicianos, no tienen la intención de apuntar al pueblo que se le opone, manejados por personas con poca o ninguna preparación militar?
Tal vez por ello, el Libertador Simón Bolívar le dirigió una importante frase al soldado, cuando dijo: “Maldito el soldado que apunta su arma contra su propio pueblo”. Posiblemente, el Libertador vio a la “sociedad civil”, según la Constitución, interviniendo para tratar de restablecer el orden de los principios que se estén violando.
El texto para recordar dice: “No matarás”; es el sexto de los Diez Mandamientos de Dios y todos los habitantes del mundo debemos respetarlos. La violación, especialmente los últimos seis del Decálogo, nos lleva a un encuentro con los tribunales terrenales, y en su defecto con el tribunal celestial.
La muerte ha estado presente desde la creación, cuando Caín pecó, al matar a su hermano Abel. La lección es: Nadie tiene derecho a arrebatar la vida, a lo que Dios creó. Es por ello que vino Jesús a esta tierra, aunque lo mataron, y su muerte no fue vano, resucitó y regresa de nuevo, para acabar con tanta muerte y violencia en nuestro enceguecido planeta, ya que el Salvador nos está ofreciendo una Patria celestial.