La próxima zafra pareciera ser amarga. Productores de caña de azúcar de Lara y Portuguesa denuncian que a pesar de haber culminado la zafra 2015-2016, sólo fue abonado el 10 % de los cultivos. No han recibido los fertilizantes requeridos y la imposibilidad de atender las plantas amenaza con una disminución en la rentabilidad de la caña por azúcar generada.
En Lara, Central Río Turbio terminó molienda el pasado 14 de mayo, mientras que el Central Pío Tamayo, producto de las malas condiciones de sus equipos y otras fallas, ha molido sólo 7.000 toneladas de caña de azúcar. El resto de la producción lo arriman a centrales como La Pastora, en Torres. Esperan moler unas 20 mil toneladas de caña de azúcar, de 45 mil toneladas que se alcanzaron entre 2015 y 2016.
A pesar de que en algunas zonas la zafra culminó, el nivel de fertilización es bajo y esto preocupa a los productores, quienes sostienen que si en la pasada zafra los niveles de azúcar obtenida por tonelada de caña fueron bajos, en el próximo periodo serán aún más.
Edgar Álvarez, presidente de la Sociedad de Cañicultores del Río Turbio, calificó la fertilización en el eje Palavecino – Simón Planas como “nula”. El periodo ha sido “crítico” ya que no han recibido suministros para el tratamiento de caña desde febrero de 2017.
El porcentaje que sí pudo ser tratado se hizo con fertilizante 23- 00-30 y urea, despachados por la Petroquímica de Venezuela (Pequiven) y urea hasta febrero. Sólo se abonó la caña de azúcar zafrada en diciembre y enero.
Lo prudente es recibir los fertilizantes a partir de enero y mensualmente, en función de la zafra y las hectáreas cosechadas. El ciclo de la caña permite la fertilización de las plantas dentro de un periodo de 90 días. Hacerlo fuera de este lapso no ayuda a la productividad.
Si bien la planta no muere, por ser un rubro perenne y fiel, se afectan considerablemente los niveles de productividad, por lo que en la próxima zafra no existen posibilidades de recuperar la producción de azúcar el próximo año.
Por su parte, Edgar Contreras, directivo de la Sociedad de Cañicultores del Occidente de Lara (Socadol), negó que la región haya recibido fertilizantes. Esperan respuesta sobre requisiciones que la sociedad ya realizó a los entes públicos, no sólo de fertilizantes, sino también de herbicidas y agroquímicos.
Es de recordar que esta asociación arrimaba caña en el Central Pío Tamayo, el cual ha estado paralizado durante 25 meses.
Esperan por pagos
Productores que arriman caña de azúcar en el Central Río Turbio afirmaron que este año se molieron 262.970 tonadas del rubro con rendimientos bajos que permitieron obtener 20 mil toneladas de azúcar; esto motivado a la poca fertilización.
Sobre el pago a productores, refirieron que esperan que en los próximos días se celebre una reunión con el central, a fin de finiquitar los pagos restantes por melaza y precio final
También en Portuguesa
Luis Montes, gerente general del agronomía de la Sociedad de Cañicultores del estado Portuguesa, (Socaportuguesa), detalló que en la región sólo se ha fertilizado 25 % de 26.065 hectáreas de caña de azúcar, las cuales se hallan en riesgo.
En los almacenes de los afiliados a la sociedad no cuenta con existencia de fertilizantes y ven con pocas esperanzas la distribución oportuna en las próximas semanas, ya que para la fecha es tradición que los recursos se dirijan a rubros como el maíz.
Lamentan que al pasar la distribución de estos insumos de Pequiven a Agropatria, haya problemas de distribución (logística y transporte).
“Al consumar la cosecha arrancamos con la zafra para controlar la diatrea y la candelilla, las plagas más conocidas en el estado”.
La sociedad arrancó el 15 de diciembre de 2016 con 500 mil hectáreas de caña diferida. Con apoyo de nucleros y transportistas arrimaron luego a centrales Portuguesa, Molipasa, Pastora, Río Turbio y Santa Elena para un total de casi 1.600.000 toneladas, con producción de 100.000 toneladas de azúcar.
