Desde las 10.00 de la mañana de este lunes y hasta las 9.00 de la mañana de ayer martes permanecieron varias familias de la urbanización Colinas de Santa Rosa, al este de la capital larense, sin energía eléctrica.
Quedaron impedidas del servicio durante casi 24 horas unas 100 familias domiciliadas entre las carreras 6 y 7 con las calles 1 a la 3.
Por estar los refrigeradores apagados durante un lapso tan prolongado algunos habitantes de la urbanización perdieron una importante cantidad de comida. Esa, mencionó un habitante de la zona llamado Aquiles Cordero fue la consecuencia negativa de mayor relevancia, pues no se registraron aparatos quemados por el apagón.
La suspensión repentina de la electricidad se debió, según testimonios de unos vecinos, a que una guacamaya detuvo el vuelo sobre el cableado y por el movimiento produjo que el transformador explotara.
La demora de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) para arreglar la avería, pese a que los afectados la reportaron con inmediatez, se debió a que los empleados de la institución se negaron a acudir al sitio por las protestas que se desarrollaron en la ciudad durante todo el día, indicó Cordero.
Alegaron desde Corpoelec, añadió el vecino, que no podían poner en riesgo ni al personal ni los equipos.