La oposición venezolana rechazó la orden del presidente Nicolás Maduro de militarizar el estado de Táchira (oeste) -donde se ha intensificado la violencia en las protestas contra el gobierno-, por considerar que aumentará la «represión».
«En esta fase se usa a los paramilitares, grupos civiles armados (…). Es el brazo armado de la revolución (…)», denunció ante periodistas el gobernador Henrique Capriles, quien llamó a intensificar las protestas frente a la «represión».
Por su parte, Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento de mayoría opositora, aseguró a la AFP que la decisión evidencia el desgaste de la policía en Táchira y de la militarizada Guardia Nacional, tras 46 días de protestas opositoras para exigir la salida de Maduro mediante elecciones anticipadas.
«Es un símbolo de debilidad. Los manifestantes sobrepasaron a la Guardia Nacional, a la policía y se están cansando. Táchira puso contra la pared a la dictadura», expresó. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, anunció este miércoles el envío a Táchira de 2.600 efectivos luego de las protestas opositoras que degeneraron en disturbios y dejan tres muertos esta semana en esa región fronteriza con Colombia.
Además, entre el martes y este miércoles hubo saqueos y ataques contra instalaciones policiales y militares. «He ordenado el traslado de 2.000 guardias y 600 tropas de operaciones especiales», detalló el ministro a través de la televisora gubernamental VTV, indicando que la medida fue dispuesta por Maduro ante la escalada de violencia en San Cristóbal -capital de Táchira- y varios municipios aledaños.
El abogado penalista Luis Izquiel, citado en una nota de prensa de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), afirmó que la medida llevará a una «profundización de la represión y las violaciones ejercidas por las fuerzas de seguridad del Estado contra las manifestaciones pacíficas».
Las protestas de la oposición contra Maduro, iniciadas el 1 de abril, dejan 43 muertos y centenares de heridos y detenidos.