José Alberto González es un adulto mayor que este lunes no quiso ser indiferente ante la convocatoria de la MUD a un plantón en todo el país en protesta a lo que está ocurriendo en el país.
Pese a la lluvia que durante parte de la mañana cayó sobre la entidad, en compañía de algunos familiares, acudió a la entrada a Cabudare, intersección de las avenidas Intercomunal y La Mata, uno de los lugares escogidos para las manifestaciones.
Todo se desarrollaba con normalidad, pacíficamente, como era la disposición de las personas participantes.
Poco antes de las diez hizo su aparición un auto Toyota Corola, color azul oscuro, cuyo conductor, contrariado por no poder continuar hacia su destino, aceleró al llegar a donde estaban parte de los manifestantes, atropellando a varios, afortunadamente la mayoría sin sufrir lesiones de cuidado.
Lamentablemente, José Alberto González no corrió con la misma suerte y fue golpeado severamente por el vehículo conducido por el sujeto, supuestamente un comerciante de origen árabe.
Mientras este era sometido por un grupo de manifestantes, González fue trasladado en una moto hasta el cercano ambulatorio de Cabudare, donde, de acuerdo a la concejal Marianny Linares, le dignosticaron traumatismo craneoencefálico moderado, así como en la región toráxica y posiblemente en la columna.
Debido a que en el centro asistencial no había los insumos necesarios para su atención, debió ser trasladado a una clínica privada.
El conductor responsable del arrollamiento, que también afectó al hijo de González, fue apresado por funcionarios policiales para el procedimiento legal respectivo.
El concejal Daniel Orellana informó que la abogada Oly Castiglia se encargaría del asesoramiento a la familia.
En el mismo lugar también sufrió una lesión menor Juan Raad, al tratar de prestar ayuda.
Por otra parte, el edil declaró que en los otros puntos del plantón en Palavecino se desarrollaba sin ninguna novedad negativa, con mucha participación de la ciudadanía, presta a la protesta establecida en la Constitución.
Dijo que a los manifestantes les llamaba la atención que el personal de Lácteos Los Andes se encontraba al frente de la empresa, desconociéndose las razones, aunque la pasada semana circuló una versión según la cual la planta estaba inactiva por falta de materia prima.
En la Intercomunal, bajo el elevado de Valle Hondo, mujeres y hombres portando una Bandera Nacional gigante, con pitos, cornetas y cacerolas, mantenían restringuido el tránsito automotor, voceando consignas exigiendo elecciones, cese de la represión y liberación de los presos políticos.
“Libertad, libertad, libertad para los presos políticos”, coreaban algunas damas.
Con frecuencia, motorizados de la GN, armados con lanza bombas y armas largas, pasaban para constatar que todo se desarrollaba de manera pacífica.
Mientras tanto, los conductores en la cola esperaban pacientemente el momento en que se les permitiera reiniciar su viaje, aunque se les advertía del otro cierre que encontrarían a poca distancia, hacia Cabudare.
Lo mismo ocurría en la entrada a La Hacienda, Tabure, San Antonio, La Mendera y La Ribereña, entre el distribuidor Tarabana y la redoma de Agua Viva.
De lo alto del elevado colgaba una larga pancarta en la que se leía: “Aquí sí se habla mal de Chávez, Maduro y Henri”.
En La Hacienda, un adulto mayor golpeaba insistentemente un poste del alumbrado público mientras otras personas hacían sonar pitos, cornetas o cacerolas.
De lejos se escuchaban algunas detonaciones, aunque, aparentemente, se trataba de artefactos pirotécnicos pues, hasta esa hora, los guardias nacionales no habían disparado bombas lacrimógenas para dispersarlos.
En otra parte del área metropolitana, concretamente en Santa Rosa, vecinos del poblado, así como de La Lagunita y Altos de Las Flores, continuaban la protesta que han venido desarrollando desde hace dos semanas, permitiendo el tránsito por un solo canal en sentido este-oeste.