Lo que comenzó como una idea, cuando apenas iniciaba el primer año en su formación como comunicadora social; hoy, cinco años después, ya es una meta alcanzada y materializada. Me atreveré a tutearla, porque compartimos muchos buenos momentos, más de un dolor de cabeza y por supuesto, más de un taller o trabajo grupal…
Su nombre es Silvia Patricia Rodríguez Rodríguez, como diría ella “R al cuadrado”, un vivo ejemplo de que los mejores perfumes vienen en frascos pequeños; con más o menos 1,65 de estatura, esta barquisimetana de 22 años de edad, tiene una inteligencia que duplica su tamaño y nos deja a todos con la boca abierta. Su iniciativa comenzó, en el aula de clases y más adelante, en respuesta a un joven que por una publicación de Facebook hizo que su bombillo creativo se encendiera. Cuando tuvo la primera oportunidad de realizar un proyecto en la universidad, buscó algo que tuviera un aporte social desde el punto de vista periodístico, así que trabajó con la lengua de señas, sin embargo, con el paso del tiempo esa inquietud se quedó latente en su interior, pero siempre con intención de seguir desarrollándola.
Llegados los últimos semestres, vuelve a tener la posibilidad de destacar, pero esta vez, con un reportaje interpretativo sobre el Programa de Educación Especial del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela; haciendo su investigación, conoce el Coro de Manos Blancas y confiesa que quedó totalmente enamorada: “Son ese tipo de personas que rompen paradigmas, que nosotros como seres humanos podemos tener, por lo que decidí encaminar mi investigación integrándolos a ellos”.
Así y para tener más roce con el coro, agregó a uno de los chicos a la red social Facebook y un día, sentada frente a su computadora, observó que el joven había colocado un estado que decía: “Ojalá hubiesen más audiolibros”; bastó y sobró para que Silvia “de un chasquido” pensara en su trabajo de grado, planteándose crear una audio revista, que más tarde se convertiría en una revista interactiva.
La recta casi final
Entre las cosas que más llenan de nervios a todo estudiante universitario, está la elaboración y defensa del Trabajo de Grado y para Silvia no sería la excepción: “Quería hacer algo que estuviera a otro nivel así que me marqué la meta de trabajar con las personas que sufren de discapacidad visual en el Programa de Educación de la Fundación Conservatorio Vicente Emilio Sojo”, pues en este recinto, ubicado al este de nuestra ciudad, hacen vida un número significativo de personas con baja visión y ceguera total. La idea sonaba realmente bien, pero cuando llegó el momento de buscar apoyo teórico se encontró con un gran muro de escasa información que la dejó un poco paralizada, esto sumado a diferentes infortunios que se fueron presentando en su camino a medida que avanzaba: “¡Dios mío, en que me estoy metiendo!” era su exclamación recurrente, pero aun así no abandonaba su idea, incluso cuando comentarios de tercero le aconsejaban “hacer algo más fácil”.
“Es increíble como hablamos de periodismo digital cuando en nuestro país hace falta mucha cultura al respecto, una revista digital no es solamente un archivo en formato PDF, yo quería una revista interactiva donde el usuario no solo interactúe con “comentarios” sino que también haya una interacción con el contenido…”
Internacionalmente, específicamente en España, existen dos revistas completamente interactivas, que se asemejaban a lo que Silvia buscaba, sin embargo, en Latinoamérica hallaría una referencia más clara de lo que quería, era la revista “Awake”, contando que: “Al verla, me gustó demasiado la propuesta y dije ¡esto es lo que quiero!”.
Bajo esta premisa, acudió a médicos oftalmólogos, profesores de la universidad y hasta logró entrevistar, por correo, a una de los fundadores de Awake, poco a poco se fue vinculando con personas que sabían del tema para ir desarrollando su investigación, no obstante el camino cada vez era más inclinado, pero nunca descansó sino, hasta haber presentado su Trabajo de Grado, ante un jurado y conseguir una puntuación de 20 con mención honorífica.
Allegro
Es una revista interactiva de contenido cultural, variado entre música, cine, arte, literatura y tradiciones de Venezuela, todo bajo el empleo de herramientas multimedia, como voces, sonidos y videos. Una de las particularidades más interesantes que se pueden apreciar, es la voz que narra toda la información de cada página, esta no es computarizada, fue grabada como voz en off por una amiga de Silvia, con la finalidad de interpretarlas emociones de cada oración.
“En mi vínculo de amistades, está un muchacho que padece ceguera total y un día me pidió ayuda para salir de la urbanización, cuando me dispuse a garrarle mano, me dijo que ‘así no’ al tiempo que puso su mano en mi hombro para que lo guiara, en ese momento comprendí que así debía ser mi revista. Allegro no les va a decir, pulse dos veces espacio y luego haga click aquí, cada persona con discapacidad visual tendrá la oportunidad de descubrir lo que contiene la revista a través de las herramientas que nosotros podamos crear para ellos”.
Sentir solidario
Como toda emprendedora, Silvia llevó su Trabajo de Grado a una nueva instancia, inscribiéndolo en un reconocido concurso en nuestro país, el Premio Estimulo Telefónica a la Comunicación (ETECOM) 2016, compitió con representantes de otras universidades a nivel nacional, trayéndose a casa un reconocimiento bajo la categoría especial “ADN Solidario” que se deriva del renglón “Prensa Digital”.
Actualmente, se encuentra en desarrollo de diferentes proyectos en solitario y otro junto a su mamá, pero entre sus deseos se encuentra disponer de un espacio web que pueda albergar su revista y adicionalmente construir este en un formato que también permita al accesibilidad de personas invidentes.
“Me encanta esa frase que dice: ‘Quien no vive para servir, no sirve para vivir’, como personas y profesionales debemos estar al servicio de quienes nos necesitan, si hay una población con necesidades, ¿por qué no ayudar si existen las herramientas? Todo está al alcance de nuestras manos, muchas veces decimos ‘haré tal proyecto cuando tenga tales herramientas’ y justo allí es cuando nos limitamos, debemos crear con lo que tenemos al alcance de nuestras manos y todo lo demás vendrá por añadidura”
“Soy violonchelista y un allegro en la música es como cuando los niños salen al recreo y eso era lo que yo quería crear para las personas con discapacidad visual con esta revista ¡la alegría de ser incluidos!”
instagram: @RSilviaPatricia