Creció pensado que los números eran lo de ella, rodeada de un mundo de lógica y matemática, pero al verse metida en una oficina sacando cuentas, supo que no era lo que quería hacer eso toda su vida, necesitaba algo creativo que la inspirara y ese fue su impulso para comenzar su propia marca de calzado
Mariangela, una chica de 22 años, perfeccionista, centrada y creativa, con mucho potencial y ganas de hacer crecer la marca que considera su hija. Por un tiempo, sintió una gran inclinación por todo lo que tuviera que ver con números, “me aficioné, me gustaban muchísimo, no me veía para nada trabajando en algo creativo, estaba más apegada a lo lógico y matemático”
Joven, de cabello castaño y rasgos finos, que dio uno de los pasos más importantes en su vida dejándose llevar por esta afinidad, primero estudiando economía y luego de estar un año en el exterior, regresó a Venezuela y comenzó su carrera de contaduría, pero al adentrarse en el mundo laboral, tocando la realidad de lo que sería su vida como profesional, se dio cuenta que su pasión no era sacas cuentas.
Encontrando una pasión
Como dicen, todo artista pasa un por un choque con la realidad, que hace explotar su lado creativo y conseguir su pasión, el de esta joven fue un año en el exterior que la hizo cambiar el estilo de vida que tenía, “cuando me fui del país me sentí muy encerrada, como quería hacer algo productivo, comencé a hacer talleres de manualidades con niños, aunque estas nunca se me dieron bien, lo hacía como un pasatiempo que me entretenía mucho”, así fue que le tomó gusto a algo que jamás había intentado, al tiempo compró una máquina para cortar papel, comenzó hacer tarjetería, sin darse cuenta llamó la atención de su grupo de conocidos en el exterior, decidió crear una cuenta para vender sus trabajos en papel, considerándolo su primer emprendimiento.
Su vivencia en el exterior, la ayudó a madurar, a querer hacer las cosas ella misma, “eso dio pie a que al regresar a Venezuela quisiera emprender, fue uno de mis impulsos”. Estalinda historia comenzó hace apenas un año, “estaba trabajando como asistente administrativa en la empresa de mi familia, buscando adquirir experiencia laboral, pero al poco tiempo me di cuenta que no me gustaba para nada ese mundo, me costaba pararme en las mañanas para ir a trabajar, sentía que todo era gris y cuadrado, lo que antes pensaba que era para mí, resultó no serlo”
El golpe creativo
Un día paseando con su mamá, Mariangela pasó frente a una tienda de calzado, tuvo un ataque artístico y decidió seguir sus impulsos, “compré unas sandalias sencillas, recordando que tenía guardadas unas cintas de colores, se me ocurrió decorar las sandalias yo misma” y así comenzó, siguiendo su lado creativo, aquel que creía no tener, experimentó adornando las sandalias, les tomaba fotos mientras su hermana las modelaba y las subía a aquella abandonada cuenta de instagram donde solía vender tarjetería, con la grata sorpresa de causar impacto, “a las personas les comenzó a gustar, me preguntaban cuánto costaban y si las vendía al mayor”, dice entre risas.
Luego de un tiempo experimentando en casa, estando en la fábrica de botas de su familia, Mariangela decidió bajar para hablar con uno de los trabajadores, le mostró las sandalias que había hecho, diciéndole que quería hacer unas similares con retazos de cuero, con la visión de hacer las sandalias desde cero, “así empezamos, tirando flechas a ver como quedaban, decidí hacerlo porque es algo que me llena, a un punto tal que no lo veo como un trabajo”
Un nombre de dioses
El nombre, no fue algo que nació fácilmente, “fue una lluvia de ideas, de hecho yo tenía el instagram creado, le cambie el nombre muchísimas veces, sin que nadie supiera, al mismo tiempo buscaba inspiración en internet, un noche casi quedándome dormida me llegó a la mente el nombre “Atenea”, no me preguntes porque, me encantó, me parecía muy femenino y que le daba identidad a la marca, por ser una diosa griega”
Pero lo más curioso sucedió después, luego de los cuatro meses de fundada la marca, Mariangela decidió a investigar la historia de Atenea, “yo sabía que era una diosa de la mitología griega pero quería saber más, resultó ser una diosa artesana, especialmente en el calzado, además de ser la diosa de la sabiduría y la justicia, en ese momento pensé que nada en esta vida pasa por pura casualidad”.
Su pilar, su familia
El apoyo ha sido algo muy importante para esta chica, desde el que le ha dado su familia, hasta el de las personas que trabajan con ella en su fábrica, un ejemplo de esto es su modelista, Franco, “él es mi mano derecha, juntos somos un gran equipo, de verdad está tan comprometido como yo, mientras hago el papel de directora creativa, él realiza el proceso de fabricación porque yo no tengo el conocimiento al respecto, su trabajo es magnífico”.
Por otro lado su familia, su principal fuerza ya apoyo para seguir adelante, “mi papa siempre ha sido un ejemplo a seguir, desde pequeña lo he visto que cumplir todo lo que se propone eso me sirvió a mí de pilar, él me dijo: Atenea es tú bebe y vas a lograr grandes cosas con ella”, por otro comenta que su mamá ha estado tan dedicada como ella, ayudándola a pulir todos los detalles para consolidarla, “mis hermanos también me han ayudado muchísimo con las publicidades y a construir la identidad y la imagen de la empresa, toda mi familia en general me ha dado un apoyo increíble.”
Artesanal y tricolor
Una fanática de los zapatos y las carteras, que se trazó la meta producir unas sandalias perfectas para la mujer venezolana, cuenta que en un principio, Atenea iba a ser muy distinta, “comenzamos buscando los materiales y las telas adecuadas, nos dimos muchísimos golpes para llegar al producto que tenemos hoy, ya que todo lo que hay en el mercado ahorita de plástico y eso no es lo que estábamos buscando”.
Sandalias 100% artesanales, de cuero y hechas a mano, Mariangela nos explica que todos los que trabajan con ella saben lo que hacen, “tienen muchísimo tiempo en la industria del calzado, usamos sólo materiales venezolanos, algo que pocas veces se ve en el mercado, además todas las personas que pasan por el proceso de manufacturación, lo hacen con mucho amor, todos están comprometidos con lo que hacen, les llena y eso sin duda, se ve reflejado en el producto final”
El crecimiento, ha sido tan rápido, que en menos de un año, tuvo que mudarse de aquel espacio en la fábrica donde nació, comenzando a dar pequeños pero seguros pasos en su propio camino; como el cielo es el límite, esta chica sigue apuntando más allá, “soñamos con tener nuestra propia tienda, tenemos trazada la meta de sacar una línea de tacones y carteras”, por ahora su fuerte son las ventas por internet, pero en un futuro cercano comercializarán en una reconocida tienda por departamento venezolana, primero en Caracas y después a nivel nacional.
Tu mayor inspiración:
Mi papá y mi mamá
Tu mayor reto: Salir de la zona de confort en la que estaba antes.
Color favorito:
Todos los colores pasteles
Placer culposo:
Comer dulce
Mariangela no sale de su casa sin…
Una libreta donde anotar
Tu lema:
“Quien trabaja con sus manos, es un labrador, quien trabaja con sus manos y la cabeza, es un artesano y quien trabaja con sus manos, cabeza y corazón, es un artista” San Francisco de Asis.
I: Instagram @Atenea