El robo de medidores de agua potable se ha intensificado en Barquisimeto, Cabudare y otras ciudades larenses, dejando a gran cantidad de familias sin el suministro del vital líquido.
Durante el fin de semana, en las urbanizaciones Las Mercedes, Valle Hondo y El Recreo, en Cabudare, los encargados de la sustracción de esos equipos dejaron varias viviendas despojadas de los mismos en horas de la noche.
Consultado sobre el particular, el ingeniero Pedro Sánchez, presidente de Hidrolara, atribuyó esos hechos al vandalismo, sin descartar motivaciones de tipo político.
Dijo que los robos se han incrementado durante los últimos dos meses en diferentes sectores de Barquisimeto y Cabudare.
“Esos robos son en todas partes, en Cabudare, en el norte de Barquisimeto, no hay sectores específicos, y nosotros creemos que se trata de actos vandálicos porque esos medidores no contienen nada que pueda fundirse”, indicó.
Sin embargo, no se descarta que los ladrones busquen apoderarse de las tapas que cubren los espacios donde se encuentran los medidores, porque sí podrían estar siendo procesadas en fundidoras.
Sánchez también informó que, por ahora, Hidrolara lo único que puede hacer, en los casos de las viviendas a las que les han sido sustraídos los medidores, es colocar puentes con tubos para que el suscriptor pueda continuar recibiendo agua, aunque para la elaboración de los recibos sólo les queda como recurso tomar los promedios anteriores y de esa manera calcular el consumo.
Esa medida se debe tomar en vista de que ese tipo de equipos debe importarse y en los actuales momentos la hidrológica carece de recursos para hacerlo y sustituirlos, por los altos costos que representa.
Sugirió a las familias buscar maneras de protegerlos.
Por otra parte, el presidente de Hidrolara informó sobre la instalación de un nuevo transformador en la subestación de El Jebe, desde donde se surte a las comunidades de La Cañada y otros sectores del norte de la ciudad.
También se están reponiendo los equipos dañados el pasado fin de semana en el pozo 9B, que surte la subestación de bombeo ubicada en la urbanización El Recreo y a su vez a la parroquia José Gregorio Bastidas.
Ese pozo, ubicado en medio de una siembra de caña de azúcar, en las inmediaciones del estadio Kilovatico, ha sido víctima, en varias oportunidades, de actos vandálicos, provocando la suspensión del suministro a las urbanizaciones del sureste de Cabudare.
Informó que en la empresa se están analizando alternativas para impedir futuros destrozos en esas instalaciones.