Desde hace algún tiempo, cancelar los recibos de energía eléctrica se han convertido en una verdadera tragedia para los suscriptores en Barquisimeto, Cabudare, el estado Lara y toda Venezuela, debido al estado de abandono en que se encuentra la empresa encargada del servicio.
Para los las jefes de familia, cancelar la electricidad representa el empleo de hasta un día porque, pese a que el personal encargado de recibir los pagos tiene la disposición de servir, no cuenta con los recursos necesarios para atender a las personas.
Tanto en Barquisimeto como en Cabudare, Carora, El Tocuyo y otras ciudades de la entidad, las colas son extensas desde las primeras horas de cada mañana para cumplir con esa obligación.
Pero no todos pueden salir con sus recibos cancelados pues, desde hace cierto tiempo, en las oficinas de Corpoelec no aceptan pagos en efectivo, supuestamente porque la empresa dejó de pagar a la empresa privada de vigilancia que se encargaba de eso y por lo tanto fueron retirados los guardianes.
A eso se debe agregar el que, de acuerdo a dirigentes de Corpoelec, por falta de papel no se emiten recibos y los suscriptores se ven obligados a hacer sus cálculos antes de ir a las taquillas.
“Esto es el colmo, que ahora una tiene que tener tarjeta para pagar la luz, eso no puede ser”, afirmó una señora mientras salía contrariada de la sede de la empresa eléctrica en Cabudare.
En síntesis, además de apagones, ahora hasta para pagar la luz a Corpoelec hay problemas.
