Si bien es cierto que el Presidente de la República tiene facultad para solicitar el procedimiento constituyente al Consejo Nacional Electoral, éste tiene que convocar un referendo consultivo para que el pueblo, soberanamente, se pronuncie conforme a lo previsto en el artículo 3 de la Constitución.
Al formular su opinión la Dra. Nancy Rodríguez de Rodríguez, ex presidenta de la Comisión evaluadora de jueces, precisa que si la población electoral le da su apoyo al procedimiento, debe entonces procederse a elegir a los constituyentistas mediante el voto de todos los que estén inscritos en el Registro Electoral.
Pero, si gana el no,allí concluye el proceso.
Otro aspecto que se debe considerar es el nombramiento de la comisión presidencial para estudiar y proponer las bases comiciales constituyentes, ya que ello es totalmente impropio.
El Presidente ha debido nombrar tal comisión antes de dictar el decreto. La misma ha debido ser integrada por amplios sectores de la vida nacional, precisamente para explorar y considerar si estaban dadas las condiciones políticas para esa alternativa y en ningún caso para hacer lo que hoy pretende montar: una obra de teatro con actores bien entrenados. Pero, desde el anuncio de la presentación de la nueva Constituyente, ha sido un fracaso. Nadie ha comprado las entradas.
Tan cierto ha sido el fracaso que sectores oficialistas e incluso constituyentistas del 99 han rechazado este bodrio jurídico.
Al mismo tiempo, el Gobierno está destruyendo el legado de Chávez, que lo proyectaría más allá de ser el golpista del 4 de febrero.
Pero, lo más importante que se debe destacar es que el momento político de hoy es totalmente distinto a 1999 cuando el Presidente Chávez tenía una popularidad desbordada, unos gobernadores y diputados recién electos, una enorme bonanza económica, con abundantes productos comestibles y medicinas para todas las enfermedades, además de un bolívar que sí era fuerte.
Hoy está en Miraflores o en el Fuerte Tiuna un Maduro al final de su período con el más alto nivel de rechazo de toda la historia republicana por parte de todas las clases sociales y muy especialmente de los más pobres, con gobernadores y diputados regionales con períodos vencidos, además de alcaldes por vencer su gestión, la inflación más alta del mundo y una crisis sin parangón. Para colmo, no hay partida para un proceso tan costoso.
Claramente, dice la Dra. Rodríguez de Rodríguez, es un subterfugio político para seguir evadiendo la elección de gobernadores. Lo que sí ha logrado es cohesionar al sector opositor. Y a través de manifestaciones demostrar que no tiene respaldo alguno.