Alrededor de las 10:30 de la mañana dos hombres ingresaron a las instalaciones de la Universidad Politécnica Territorial de Lara Andrés Eloy Blanco (Uptaeb) e intentaron robar a una sección de 10 alumnos; sin embargo, no pudieron cumplir con su objetivo, la estrategia les salió mal y los alumnos enardecidos intentaron “tomar la justicia en sus propias manos”.
Los criminales le hurtaron el teléfono celular a una joven y le dieron un cachazo con un arma de fuego a un estudiante que se negó a entregar sus pertenencias. Los hampones trataron de huir pero los estudiantes al notar su presencia corrieron detrás de ellos.
Mientras, los primeros apuntaron con sus armas a cinco estudiantes, pero al parecer no tenían balas con las cuales impactarlos, hecho que llenó de coraje y rabia a los universitarios.
Más de 150 estudiantes persiguieron a lo largo de toda la avenida La Salle a los malhechores, uno de ellos logró escapar y al otro lo interceptaron en la avenida Los Horcones. A punta de golpes y patadas intentaron lincharlo. El tráfico se paralizó por completo en la zona, puesto que el hecho ocurría en medio de la avenida y los ciudadanos se bajaban de sus vehículos a ver qué ocurría e incluso trabajadores de la zona se sumaron a la golpiza. Algunos estudiantes consiguieron tablas de madera con las cuales golpearlo y un señor de la zona lo impactó en la cabeza con un tubo de metal, hecho que casi deja inconsciente a Cristián de Jesús Montilla Torrealba.
Funcionarios de la Policía del Estado Lara y del CICPC llegaron al rebullicio a observar qué sucedía y salvarle la vida a Montilla. A lo que los estudiantes respondieron con gritos e insultos, ya que ellos clamaban justicia. “Si lo dejamos ir se lo llevarán y sabemos que lo soltarán en la otra esquina. Estamos cansados de que nos roben y que nunca hagan nada”, gritaban los estudiantes.
Por más de 45 minutos se mantuvo la disputa entre los cuerpos de seguridad y estudiantes. La rectora de la institución y el centro de estudiantes trataron de intervenir, pero los alumnos enfurecidos solo opinaban: “Hoy no me dejaron entrar a clases porque cargaba un vestido, pero sí dejan pasar a alguien con arma. Dejen de alcahuetear a los malandros que por eso estamos así. Todas las semanas nos roban y tenemos que matar a uno de ellos para que dejen de hacerlo”.
Luego de que se calmaran los alumnos, Montilla fue trasladado hacia los calabozos de Polilara