Bolivia anunció el envío de un escuadrón militar de élite a la frontera con Chile para apoyar la lucha contra el contrabando, decisión que elevó la tensión con Santiago cuyo canciller calificó de «delicada» la acción.
«Es nuestra obligación movilizar las tropas contra el contrabando, no es una agresión contra el pueblo chileno», dijo el presidente Evo Morales en conferencia de prensa.
La víspera el ministro de Defensa boliviano Reymi Ferreira informó que una unidad «compuesta por oficiales y suboficiales y con alto grado de especialidad ya está en la frontera y se incrementará su presencia» y agregó que «ya está de buen tamaño de que (en Chile) amedrenten y agredan a gente que está cumpliendo con su deber de combatir el delito».
En Santiago el canciller Heraldo Muñoz llamó el miércoles a la «prudencia» y dijo que el desplazamiento de tropas «es una de decisión soberana de Bolivia, pero es una acción delicada» al tiempo que advirtió que «no quisiéramos que esto escalara a algo peligroso».
La tensión entre los dos países se elevó tras la detención en la frontera de dos militares y siete agentes aduaneros bolivianos en marzo a quienes las autoridades judiciales de Chile acusaron de robo y porte ilegal de armas. Bolivia alega que fueron detenidos cuando repelían a contrabandistas.
La víspera el Defensor del Pueblo boliviano inició una campaña por Twitter a la que sumó el presidente Morales tras gestiones infructuosas para lograr la liberación de los detenidos.
El miércoles el presidente del Senado Luis Alberto Gonzales denunció que las autoridades de Chile le negaron permiso para visitar a los detenidos en una prisión de la ciudad de Alto Hospicio en el norte chileno.
Ambos países ventilan una disputa ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya iniciada por Bolivia en 2013 en reclamo de una salida al mar que ha dado lugar a un cruce verbal entre las autoridades. Las relaciones diplomáticas están interrumpidas desde 1978.
Bolivia perdió su salida al Pacífico en una guerra con Chile en el siglo XIX.
La porosa frontera de 850 kilómetros entre los dos países es escenario de frecuentes incidentes por la acción de grupos delictivos. Desde Chile ingresan a Bolivia productos de contrabando y químicos para elaborar drogas y desde Bolivia entra cocaína al país vecino.
